El Óbila Club de Basket tiene nuevo presidente.Y como se esperaba el relevo de Rodrigo Martín lo tomó Raúl Álvarez, hasta la fecha director deportivo del club verderón y que a partir de ahora será el responsable de dirigir un club que volverá a enfrentarse a los retos de su antecesor. Porque la situación económica, con la búsqueda de soportes que permitan la viabilidad del proyecto en los actuales niveles deportivos, y el crecimiento e implantación social del Óbila seguirán siendo el caballo de batalla para un nuevo presidente que arranca su mandato con la idea de dar continuidad al proyecto iniciado hace cuatro años –2014– por Rodrigo Martín afrontando el reto y la ilusión de acabar de ver a la cantera como base del primer equipo.    

Toma el testigo RaúlÁlvarez con el agradecimiento «tanto a Rodrigo como a la Junta Directiva» por la confianza depositada en su persona y con un primer reconocimiento «al trabajo realizado estos cuatro años».Porque en su presentación oficial no quiso dejar de recordar cómo fue la llegada de Rodrigo Martín y la Junta Directiva que ahora cesa. «Cuando esto desaparecía disteis un paso adelante», quiso valorar junto Rodrigo Martín, que lanzó el guante y el apoyo a la nueva presidencia. «No es un adiós» señaló dejando abierta la puerta y «quedando a disposición de la nueva directiva para todo aquello que necesiten». Se despide Rodrigo Martín de la presidencia tras «cumplir los cuatro años que prometimos que estaríamos al frente», reconociendo la generosidad de Raúl Álvarez por el «paso adelante» que da en estos momentos y haciendo una valoración «positiva en lo deportivo» de todo lo vivido. Cuatro años en LEBPlata, cuatro fases de playoffs y sobre todo una final de Copa LEBPlata disputada en Ávila y una final de ascenso quedan para el recuerdo deportivo de su etapa en el club.

Ahora arranca una nueva etapa y aunque Álvarez insiste en dar «continuidad» al trabajo que se venía haciendo, llevará a cabo cambios en la Junta Directiva.Porque salvo la continuidad de Miguel Ángel Abad y José Carlos Rodríguez, el nuevo presidente verderón tiene previsto dar  entrada «a 5 o 6 personas nuevas» en la dirección. Gente de su confianza pero también gente del baloncesto, empresarios o relacionados con el club. «Es bueno que entre gente nueva, con ideas frescas y que puedan sumar su granito de arena».Una nueva dirección que irá dando forman en las próximas fechas y que confía culminar en no más de dos semanas.

Una nueva dirección desde la que construir el Óbila como una verdadera pirámide.Se pone el foco de atención en la cantera y su proyección al primer equipo. «Se ha mejorado el trabajo en la cantera, ya estamos viendo chavales que en dos o tres años podrían estar en el primer equipo. Y es ahí donde queremos hacer un grupo de trabajo y dar un pequeño impulso a las categorías menores».

Un impulso que reconocía Álvarez ya dispone de una hoja de ruta desde hace tiempo. «Ya está diseñada» y ya está en marcha.Ahora es el momento de esperar los frutos. Porque se necesita que el Óbila «sea una pirámide, que haya una cantera sólida, donde los chicos acaben algún día jugando en el primer equipo. Porque lo que no es viable es que cada año tengamos que cambiar a los diez jugadores. Se necesita arraigo». Y qué mejor que el que procede de la propia casa.

Tendrán que trabajarlo mucho, como la propia viabilidad económica del club. Reconociendo que «cuando Rodrigo llegó al Óbila esto era un solar y ahora hay unos cimientos», no ocultan que tocará negociar –ya se está haciendo con Bankia– para solventar el problema de la deuda y la llegada de nuevos patrocinadores. Por ello no quiso perder la oportunidad para pedir a las instituciones y empresas «que intenten apoyarnos para hacer el baloncesto un poco más grande».  

Queda mucho trabajo por delante pero el más inmediato esta misma semana con la renovación de Sergio Jiménez. «Nos hemos marcado este viernes como fecha» para conocer si finalmente los caminos del salmantino y el club verderón siguen juntos. Predisposición a ello parece existir por ambas partes, si bien ahora toca iniciar las verdaderas negociaciones.