LA provincia abulense cuenta desde este pasado viernes con un centenario más. Se trata de Francisco Velayos Sanchidrián, un abulense nacido en Cardeñosa, residente en Madrid y Ávila y que desde que enviudó, hace 26 años, vive junto a una hija en Piedrahíta. Precisamente fue en esta localidad del Valle del Corneja, y rodeado de buena parte de su familia, donde Francisco Velayos cumplió este 29 de enero la redonda cifra de 100 años. No podía faltar la celebración. Una comida con su correspondiente tarta fue la mejor manera para festejar un cumpleaños con la cifra más emblemática posible.

Su hija María Luisa relata los principales episodios de la vida de Francisco Velayos, que a los tres años de edad se desplazó con su familia a Ávila capital para disfrutar allí de su infancia, buena parte de la juventud y su madurez.

Viudo, con dos hijos (María Luisa y Francisco), cinco nietos y hasta siete bisnietos, Francisco trabajó en un estanco en Madrid cuando era joven, pero principalmente se dedicó a la conducción, primero como taxista y luego como chófer de los antiguos sindicatos en Ávila. La capital abulense «le gustaba mucho, él se siente de Ávila, a donde fue a vivir de muy pequeño», explica su hija, quien también reconoce que cuando se trasladó con ella a Piedrahíta, ya jubilado, también se hizo rápido a la vida de allí. «Ya no sale, pero antes subía todas las mañanas a la tienda que tiene su nieta. Le gustaba pasarse por allí, hablar con la gente... nunca ha sido de ir a los bares o a tomar algo, aunque a veces venía con nosotros», cuenta María Luisa.

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