Colas y mucho ambiente para un festival de diez

María Espeso
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La masiva afluencia se dejó notar en el acceso a Hoyos del Espino, con retenciones desde antes de Navarredonda. Ya a pie, miles de personas fueron entrando de forma escalonada dispuestas a pasárselo en grande, este año con la novedad de las pulseras

 
SE cumplían los diez años desde que Músicos en la Naturaleza diera sus primeros pasos con Sting, en aquel verano de 2006, y eso se notó. La venta de entradas, agotadas desde marzo, hablaban de la edición más multitudinaria y esa masiva afluencia de público se dejó sentir en Gredos en los días previos y, de forma muy especial, en la soleada tarde del sábado.
Hubo colas para acceder en los vehículos a los parking, con retenciones de varios kilómetros antes de llegar a Hoyos (desde Navarredonda), y también una larguísima cola para la entrada a pie justo en la hora de la apertura de puertas, materializada poco después de las 18,30 horas. No faltaron las carreras para el acceso al recinto, aunque curiosamente solo de los primeros de la fila, seguramente espoleados por la emoción de ver campo abierto.
Provistos con gorras, ropa cómoda y mochilas, se vieron muchas parejas, grupos de amigos y hasta familias enteras dispuestas a disfrutar de una «tarde-noche de rock and roll». Valencia, Cuenca, Bilbao…. Los asistentes llegaban de distintos puntos de la geografía nacional, algunos por primera vez, muchos ya veteranos en estas lides.
 
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