En el mismo sitio (el Lienzo Norte), casi a la misma hora (a las 20,30), casi el mismo día aunque dos años después (ahora el 14 de marzo) y con las mismas expectativas de dejar una excelente impresión, Café Quijano vuelve a Ávila para, cerrando un círculo que puede abrirse en cualquier momento para agrandarse, volver a presentar al público su exitosa apuesta por el bolero como género y en cierto modo como filosofía de vida, con el aliciente añadido de que en esta ocasión su repertorio es mucho más amplio (en 2013 vinieron a presentar el primer disco de su trilogía Orígenes, formado por una docena de canciones, y ahora arriban con dos nuevos discos a la espalda, sumando 36 canciones de las que seleccionan 24) y el concepto de concierto que han creado para esta nueva cita es mucho más rico, más arriesgado y, a tenor de las críticas recibidas, más cautivador.
Manuel, Óscar y Raúl, los tres hermanos Quijano, se desplazaron el jueves hasta Ávila para presentar ese concierto, incluido en una gira ahora nacional y a finales de año también internacional en la que ya han dado 16 pasos que «han sido muy satisfactorios para nosotros», tanto por la buena sensación que les ha dejado como «por la excelente acogida que han tenido entre el público, casi siempre con llenos».
El recital, que sus protagonistas y creadores aseguran que «va más allá de lo que es un concierto», dura entre dos horas y media y tres horas, tiempo «largo» que consideran que «hace que en parte radique ahí el secreto de nuestro éxito». El por qué de la singularidad del concierto, explicaron, es que «además de cantar interactuamos con nosotros, introducimos partes teatrales con la música», hasta el extremo de que «llega a ser tan importante el sentimentalismo de las historias que recreamos como lo que cuentan».
Su oferta, resumieron, es «un espectáculo global, no sólo de boleros, en el que apelamos a la sencillez como uno de los principales atractivos» y en el que «contamos historias con las que se identifica la gente porque hablamos de qué se siente con relación al amor y no hay nadie ajeno a esas historias»; además, si ese contenido de validez universal se envuelve en melodías que ayudan a hacer más hondo y compartido el mensaje, el resultado es un «conjunto atractivo en el que cuentan al mismo tiempo el qué contamos y el cómo lo hacemos» en forma de canciones «que llevamos a nuestro terreno identificativo, temas que son modernos y que podrían acabar siendo clásicos que procuramos alegrar con el sonido Quijano característico».
Los integrantes de Café Quijano aseguran que los éxitos de crítica y público que han cosechado en la gira que iniciaron en enero para presentar el volumen 3 de Orígenes. El bolero, que lógicamente se abre a canciones de los dos discos anteriores, «nos han sorprendido, porque no sabíamos que podía pasar eso, y nos han hecho sentirnos muy agradecidos».
La esencia del concierto está en «un conjunto de boleros del siglo XXI que son nuevos y un aderezo de emociones que van a llevar al público a reír y a llorar», un patio de butacas en el que «se nota un rejuvenecimiento en el que a veces vemos a hijos con sus padres».