Tres jornadas para corregir un mal rumbo

Diego Izco (SPC)
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El PSG (tercero tras Liverpool y Nápoles) o el Tottenham (colista con un punto en el grupo del Barça), el Madrid o el United (segundos con muchas dudas) llegan flojos al ecuador de la liguilla

Para ser campeón de la Champions hay que ganar el partido número 13... aunque los 12 anteriores cuentan. Y mucho. Los ‘grandes’, conscientes de la teórica superioridad que les otorgan sus presupuestos y los futbolistas que han podido firmar con ellos, suelen tomarse la primera fase con cierta parsimonia:los preparadores físicos han predispuesto el gran pico de forma de febrero a mayo, cuando llegan las eliminatorias directas y las guerras de nervios... y, por eso, en las liguillas hay ‘gigantes’ que enseñan las costuras sin que esto signifique necesariamente que no cuenten para los pronósticos finales. Sencillamente, están calculando esfuerzos.  

Sin embargo, ya no hay margen de error para algunos de ellos: dos de los que quedaron encuadrados en ‘grupos de la muerte’ como el B y el C, de donde podíamos haber sacado hasta tres candidatos mientras otros (el D, con Oporto, Galatasaray, Lokomotiv y Schalke) quedaban huérfanos de favoritos. En el B, por ejemplo, el Tottenham camina con un solo punto: colista tras un pobre empate en Eindhoven. Aunque el caso más sintomático es el del Paris Saint-Germain, con un inicio inmaculado en Francia y 1.000 dudas en la Liga de Campeones, presa de complejos europeos: cayó en Anfield en la primera jornada y empató en esta tercera en el Parque de los Príncipes ante un buen Nápoles. No puede permitirse ningún fallo si quiere ser primero de grupo, o solo uno si lo único que pretende es el billete. 

Sin apuros, con incógnitas. No es tan apurada la situación de otros ‘gigantes’ habituales del fútbol continental... pero sí está plagada de dudas:al Real Madrid, tricampeón y eterno favorito, le encontraron las cosquillas en Moscú y a punto estuvieron de hacerle lo propio en el Bernabéu: la visita del modesto Viktoria Plzen estuvo a punto de convertirse en un drama. Ni el triunfo final (2-1) alivió a un madridismo cabizbajo. 

El caso del Manchester United, barrido por la Juventus en Old Trafford, no llama la atención desde el punto de vista de su juego ramplón (ideario de Mourinho) y de la crisis que atraviesa en la Premier, donde ocupa la décima posición. Un mal paso en Valencia y el fiasco puede ser tremendo para los ‘diablos rojos’. 

Sin messi. De entre lo más destacado de la tercera entrega, ecuador de la primera fase, un Barcelona colectivo sobreviviendo a Messi: el duelo más complicado en casa (ante el Inter) fue una exhibición de seriedad de un bloque acostumbrado a levitar alrededor del argentino; con el brazo en cabestrillo, sonriente en la grada, el capitán azulgrana disfrutó de la versión más coral posible del equipo. 

El doble fiasco español fue sonoro: el Valencia se dejó empatar (y gracias, pues Neto sacó una última mano salvadora) en su visita al Young Boys, tal vez el bloque más débil de la actual Liga de Campeones; mientras que el Atlético de Madrid encajó una dolorosa derrota en Dortmund, donde esa máquina de atacar que diseñó Klopp ha regresado de la mano de Favre.