Apavi reúne a sus socios para hacer frente a su «complicada situación»

M.M.G.
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La Asociación de Párkinson de Ávila atraviesa difíciles momentos por la desaparición de las subvenciones económicas que les permitían seguir ofreciendo servicio a sus socios

Apavi reúne a sus socios para hacer frente a su «complicada situación»

 El Centro Infantas Elena y Cristina, sede de la Asociación de Párkinson de Ávila (Apavi) acogió este martes la Asamblea Extraordinaria convocada por la junta directiva para explicar a sus socios la delicada situación económica por la que atraviesa la agrupación.

La desaparición de las subvenciones económicas que les permitían ofrecer sus servicios ha ido poco a poco haciendo mella, y a día de hoy les resulta muy complicado poder seguir con su día a día, tal y como horas antes del encuentro explicaba a Diario de Ávila su gerente, Consuelo Muñoz.

«Teníamos las obras sociales, pero ya tampoco las tenemos», continuaba Muñoz planteando la delicada situación por la que atraviesa una asociación que en la actualidad cuenta con 150 socios de los cuales, 40 están afectados por este trastorno neurodegenerativo crónico, producido a consecuencia de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra.

«Se puede decir que la situación es extrema», hacía saltar las alarmas la gerente de Apavi, entristecida al pensar en las soluciones que han tenido que plantear para poder continuar ofreciendo sus actividades, tan necesarias para, si no curar, frenar en la medida de lo posible los síntomas de esta enfermedad.

Hablamos, por ejemplo, de las sesiones de fisioterapia, que se celebran dos veces a la semana; la sesión semanal de logopedia; los talleres de musicología; el apoyo psicológico a afectados y familiares; y el servicio de transporte. «Además de que yo estoy aquí para informar, asesorar y realizar trámites», apuntaba Muñoz.

Pues bien, para que los afectados por Párkinson de Ávila puedan seguir acudiendo al Centro Infantas Elena yCristina se propuso, por ejemplo, subir las cuotas mensuales. «Hasta hace poco todo era gratis», recordaba Muñoz, «pero ahora ya se cobra cinco euros al mes por cada actividad», apostillaba la gerente. «Es poco y en su día la gente aceptó», recordaba Muñoz, que en la reunió de ayer planteó esta opción, así como la posibilidad nunca deseada de suprimir algún servicio.

«No querríamos plantear la desaparición de Apavi», iba un paso más allá la gerente de la asociación, que aunque reconoce que los actos benéficos que se celebran esporádicamente en Ávila les ayudan mucho en su día a día, no se puede esperar depender sólo de ellos, porque eso no les permitiría una planificación real de sus actividades.

«Para nosotros, lo principal es cubrir las necesidades básicas y no perder servicios», se despedía del periódico Muñoz.