Varapalo en El Mancho Ángel Sastre

A.S.G.
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Méritos sin premio. La Cultural Deportiva Cebrereña acumuló ocasiones, pero no goles, ante un Cristo Atlético que se acabó llevando el triunfo en el 93' • Pese a terminar con uno menos los locales fueron mejores

Cebrereña
1
2
Cristo Atlético
 
Partido finalizado
Cebrereña: Juan, Andrés (Javi, 85’), Juanma, David Franco, Ruba, Jota, Piru, Juli (Mario Hidalgo, 75’), Super, Vicente (Javi Prieto, 85’) y David Terleira
Cristo Atlético: Julio, Héctor, Luis, Diego García, Isma, Willy (Daniel, 85’), Eusebio, Víctor, Aitor, Javi (Aner, 90’), Camilo (Alejandro, 93’)
 
Goles
0-1 (minuto 43) Camilo; 1-1 (minuto 44) Juli; 1-2 (minuto 93) Diego García
Árbitro
Muriel Isidro. Mostró amartillas a los locales David Franco, Súper y Pepe García, y a los visitantes Héctor y Diego García. Expulsó al local David Franco (2A 77)
Incidencias
Encuentro correspondiente a la jornada 20 de la Tercera División, disputado en El Mancho Ángel Sastre.

No hay  forma. La suerte parece haber dado la espalda a la CulturalDeportiva Cebrereña, que sigue negada esta temporada. Negada de cara al triunfo, que se le resiste desde el pasado 8 de noviembre, negada de cara al gol, negada ante las decisiones arbitrales y negada a la hora de poder cambiar una dinámica que le ha llevado a sumar cinco derrotas y tres empates en los últimos ocho partidos y que le impide arrancar la segunda vuelta de la temporada con mejores sensaciones.

El calendario ya empieza a descontar jornadas, el margen de maniobra es cada vez más estrecho y este domingo se estrechó un poco más tras caer (1-2) en el 93’ ante un rival directo como el Cristo Atlético, que salía del descenso este fin de semana tras llevarse los tres puntos de El Mancho Ángel Sastre, algo que hasta la fecha sólo había podido hacer el Zamora. Los de Manuel Infante, que han ganado cuatro de los últimos cinco partidos disputados, hacían de dos jugadas a balón parado  dos goles. Tan simple y tan sencillo.  «Dos jugadas de estrategia nos han permitido definir ante una Cebrereña que tuvo opciones» señalaba el técnico visitante. Los morados hicieron dos goles en tres ocasiones ante una Cebrereña que necesitó precisamente del primer tanto del rival para despertar.A partir de ese momento el equipo culturalista dispuso de oportunidades de todos los colores, volvió a estrellar un balón en el poste –JaviPrieto pudo hacer el 2-1 en el 87’–, reclamó un penalti por mano dentro del área y con diez jugadores –expulsado David Franco por doble amarilla– se volcó sobre el área rival. En sí, mucho trabajo, poco premio y un jarro de agua fría para un equipo que necesita cambiar cuanto antes su dinámica. Porque esto empieza a ser una pesadilla de la que cuesta despertar.

Saltaron los dos equipos con mucho respeto a El Mancho Ángel Sastre. Ganar era importante para ambos, pero no perder también. Con lo mucho que había en juego entre dos rivales directos por la permanencia era comprensible. La segunda vuelta daba comienzo y las concesiones y los errores pesarán más que nunca a partir de ahora. Así el Cristo Atlético arrancó replegado en su campo y llegados los primeros cinco minutos de juego la Cebrereña ya sumaba dos ocasiones. Ambas de Terleira, aunque Julio no tuvo que obligarse en ninguna. Llegaba el equipo de Pepe García a las inmediaciones del área, pero faltaba fe, fuerza y  cierto punto de intensidad a la hora de ir a por el balón.

Dominaba el equipo local pero el partido parecía estar en un ‘impasse’ a la espera de que algo, o alguien, acabara por hacer despertar un duelo donde el empate  no valía a nadie. Vicente –minuto 15– resolvía una de las muchas subidas de Súper con un latigazo que se iba fuera. Fuera se le marcharía la segunda en un balón suelto –minuto 25– que no encontraba puerta. Tardó 20 minutos en acercarse con algo de peligro el Cristo Atlético cuando Camilo aprovechaba un mal despeje de Juanma para cocinarla en el centro el campo y ceder por arriba a la entrada de Aitor, al que le faltaron un par de centímetros para llegar antes que Juan.

Se notaba cierta ansiedad en la Cebrereña. Sobre todo en ataque. Le faltó paciencia a Terleira en su primera oportunidad y le sobró impaciencia cuando –minuto 28– recogía el cuero en el área y remataba rápidamente cuando la situación invitaba a pensarse la jugada. Piru, poco después, remataba con toda la intención buscando la escuadra. No faltó suspense al remate cuando la rosca fue dibujando lo que hubiera sido un gran gol.

Pedía personalidad a los suyos Pepe García desde la banda en un tramo final donde el Cristo Atlético dio señales de vida en una bonita jugada que Willy no supo definir. Aitor –minuto 39–  arrancó desde su campo y encontró en Javi su mejor socio para dibujar una pared con la que el ‘8’ entraba en el área y se la ponía a Willy. Su reacción, demasiado lenta, y su remate, mordido, lo atajó Juan, que poco después tuvo una gran intervención desviando a córner –minuto 41– un disparo de Camilo a un par de metros. Fueron los mejores minutos del Cristo Atlético, que encerró desde el córner a la Cebrereña y le sacó provecho.

Después de varios intentos consecutivos Camilo conseguía el 0-1 –minuto 43– al cazar el rechace de Juan, que a una mano había detenido en el segundo palo el cabezazo de Diego García. Pudo ser un tanto demoledor. Al borde del descanso tenía todos los ingredientes para serlo. Pero fue la chispa que pedía el partido para encenderse. Porque un minuto tardó al Cebrereña en empatar y desbocarse. Un minuto y un gol (1-1) de Juli, que supo ponerla al palo contrario de Julio –se estiró más de lo que parecía posible–, sirvieron para empatar el duelo en el 44’ y dejar la sensación de que el descanso vendría mejor al Cristo Atlético, que se marchó a los vestuarios con la sensación de que el 2-1 no hubiera sido injusto, pero el disparo de Terleira sobre la bocina se marchó lamiendo el poste.

Como acabó la primera mitad empezó la segunda. La Cebrereña parecía otro equipo al de la primera mitad. La intensidad era la diferencia. El interrogante era si los locales serían capaces de mantenerla o al menos no confundirla con el nerviosismo. Porque con el paso de los minutos las imprecisiones y la precipitación empezaron a aparecer. El partido no tenía un claro dominador. Ni el encuentro ni las ocasiones. Si Juli la mandaba fuera, Aitor –minuto 63– hacía lo propio tras una gran jugada de Javi. De tacón buscó el 2-1 David Terleira –se iba a córner– tras una gran jugada entre Piru y Juli. El ‘9’ la seguía buscando, de todas las formas posibles, pero no encontraba la efectividad de otras ocasiones. Vicente estaba en las mismas.

Se acercaba el último tramo de partido y Pepe García optó por mover el banquillo dando salida a Mario Hidalgo por Juli. Buscaba dar otra cara al encuentro, pero quien se la cambiaría sería el árbitro con una expulsión de David Franco –por segunda amarilla– en el minuto 77. No se vino abajo el equipo culturalista. Todo lo contrario. Desde la rabia supo reaccionar cercando la meta de Julio, que se quejó de un golpe en la cara. El partido se frenó –se avisaba un largo descuento– y los nervios se aceleraron. Dentro y fuera del campo, donde pedían a los suyos el gol del triunfo mientras la Cebrereña sacaba un córner tras otro. Pudo llegar en el 85’ cuando Terleira se quedaba solo ante Julio, que desviaba con la rodilla. Se volcó el equipo de Pepe García, ya con uno menos, y las ocasiones llegaron. Si el equipo pidió mano de un defensor cuando Terleira estrellaba contra la barrera un libre indirecto –por juego peligroso– dentro del área, el poste desviaba el cabezazo de Javi Prieto tras el saque de un córner.

Sumaba ocasiones y méritos suficientes el equipo local, que se llevó un serio revés en el descuento. Héctor fabricó un córner cuando un duro lanzamiento del lateral lo desviaba Juan cuando se colaba por la escuadra. Si a balón parado llegó el 0-1, a balón parado llegó el 1-2.  Diego García, como en el primer gol, voló en el segundo palo. Esta vez Juan no pudo detener el testarazo del central, que hacía el segundo de los palentinos. Un tanto que valía su peso en oro para los visitantes.Un tanto que silenció profundamente a El Mancho Ángel Sastre.