El diálogo del besugo

spc-agencias
-

La actitud prepotente del jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas, no hace presagiar ningún resultado positivo del encuentro que mantendrá con Mariano Rajoy el próximo miércoles

El diálogo del besugo

 
No hay grandes expectativas, más bien ninguna, para el encuentro que el próximo miércoles mantendrán en La Moncloa el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el jefe del Ejecutivo catalán, Artur Mas. A juicio del PSOE, la cerrazón impera y debe haber diálogo, ¿pero diálogo de qué? Solo hay que tirar de hemeroteca para ser muy pesimista. 
Tampoco viene mal observar lo sucedido en la última semana. Lejos de mostrar un tono conciliador, el barcelonés sigue sacando pecho tratando de abrir los ojos a su futuro anfitrión, de quien está muy distanciado, y eso que la relación personal entre ellos era muy buena antes de que diera comienzo la deriva secesionista. 
Según fuentes cercanas, Mas le ha marcado la agenda a La Moncloa. Pretendía Rajoy verse con el president la semana pasada, pero desde la Generalitat rechazaron tal posibilidad dado que el president estaba muy ocupado el miércoles y el jueves. ¿Y el viernes, tras el Consejo de Ministros?, plantearon desde Madrid. «Imposible, ese día tendría muy escaso eco mediático y no es fecha adecuada», respondieron amablemente desde Barcelona, que propuso el día 30.
Una vez señalado el día, hubo de buscarse un hueco para la entrevista con Pedro Sánchez. La idea de Rajoy era recibir en primer lugar a Artur Mas y, unos días más tarde, hacer lo propio con el nuevo líder del PSOE para evitar que se contaminara un encuentro con otro, según la particular versión que recibió el Gobierno catalán desde Madrid. No querían los dos encuentros muy seguidos, no deseaban que el asunto catalán se solapara con el del nuevo líder socialista. Pero no pudo ser. Tan solo habrá dos días de distancia entre una y otra cita.
 
‘DERECHO A DECIDIR’. El president de la Generalitat ha planteado esta reunión en clave soberanista y ha dejado claro que quiere hablar de la consulta y del derecho a decidir. El máximo objetivo de Mas es que Rajoy acepte la celebración del referéndum sobre la independencia de Cataluña.
El presidente del Gobierno ha reiterado que no puede hablar sobre la consulta ya que sería incurrir en la ilegalidad. «Yo no voy a entrar en debates absurdos. Ese referéndum es ilegal y, por tanto, no se va a celebrar. Y creo que es mejor decir las cosas con claridad, abiertamente para no generar falsas expectativas», subrayó el inquilino de la Moncloa.
Por otro lado, algunas voces se han alzado insinuando que las aspiraciones independentistas se podrían calmar con un pacto fiscal en Cataluña. El empresariado catalán ha reivindicado esta medida y, recientemente, la patronal catalana, Foment del Treball, ha detallado una propuesta que podría resolver el conflicto: cesión de la plena gestión tributaria, el blindaje simbólico que supondría la plena competencia para Cataluña en materia de lengua y cultura y la posibilidad de desarrollar el modelo territorial catalán que se quiera.
La reforma sobre financiación autonómica es uno de los temas cruciales para el Ejecutivo central, ya que el Gobierno quiere aprovechar que la reforma sobre financiación autonómica diseñada por el ministro de Hacienda no se materializará hasta después de las elecciones municipales y autonómicas (mayo de 2015).
 Mas podría aprovechar el encuentro para conseguir modificaciones importantes en este sentido, ya que recientemente ha explicado que espera poder debatir con Rajoy otros temas que también preocupan a los catalanes como cuestiones económicas, políticas y sociales.
Por otra parte, el líder popular estaría dispuesto a hablar de una reforma en la financiación autonómica, así podría presentar una norma para que las comunidades más ricas, como Madrid o Cataluña, no salgan tan perjudicadas.
No obstante, Mas se ha mostrado flexible a la hora de cambiar la fecha y el contenido de la pregunta de la consulta fijada para el próximo 9 de noviembre en Cataluña.