Caer está permitido, levantarse es obligatorio. «Alguna vez tenía que llegar». Es la naturalidad con la que el vestuario del Real Ávila ha recibido la primera derrota de la temporada uno de los primeros pasos para volver con fuerza al césped. El otro, el descanso. Porque tras un mes con nueve partidos –siete de liga y dos de la Copa RFEF– el equipo ya lo iba necesitando. Buen punto de partida para un domingo donde los encarnados tendrá que dar su mejor versión, porque a partir de las 17,00 horas llega al Adolfo Suárez el Atlético Astorga.