Solo cuatro mujeres han sido reconocidas con el Premio Cervantes y únicamente dos de cada 10 biografías de Wikipedia en español están firmadas por féminas. Estas son algunas cifras que ponen de manifiesto la importante brecha de género que existe en la literatura y que ayer recordó la Biblioteca Nacional de España (BNE). Una denuncia que coincidió con la celebración, por tercer año consecutivo, del Día de las Escritoras, para reivindicar la labor y el legado de las autoras españolas a lo largo de la historia, y en concreto, aquellas rebeldes y transgresoras que un día dijeron «ya no más», según explicó la periodista y escritora Joana Bonet, comisaria de la jornada.

Escritoras «magníficas» que han sido «enterradas» y cuya memoria se trató de recuperar en los actos conmemorativos, para los que Bonet eligió unas mujeres «a las que debemos nuestra libertad actual». La rebelión de las féminas contra el sometimiento intelectual y la denuncia por ser y verse consideradas fue el tema central de los textos elegidos por la periodista, que fueron leídos en la BNE por escritores y otras personalidades de la cultura y la política.

Entre ellas, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, encargada de poner voz a un fragmento de la autobiografía de Carmen de Burgos (1867-1932), profesora, traductora, narradora, ensayista, periodista y corresponsal de guerra, en definitiva, una mujer transgresora que rompió con los convencionalismos de su época.