Esta primavera empezarán las obras de mejora de las cubiertas de la iglesia de Bonilla

Mayte Rodríguez
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La Junta de Castilla y León, que está a punto de sacar a licitación el proyecto, invertirá 258.000 euros en la intervención, que se prolongará durante ocho meses.

Esta primavera darán comienzo las esperadas obras de mejora en la iglesia-colegiata de San Martín de Tours de Bonilla de la Sierra, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y joya de la que fuera villa episcopal en la Edad Media, que preside la plaza porticada del municipio. La Junta de Castilla y León está a punto de sacar a licitación el proyecto que define la intervención sobre las cubiertas de la nave central y de la capilla de Los Chaves, una solución que además de mejorar el estado de conservación de esa zona exterior acabará con las tremendas humedades que sufre el templo en su interior. El jefe del Servicio Territorial de Cultura, Alejandro Núñez, lo define como «una obra importante», no en vano la intervención supone una inversión de «258.000 euros», detalla.
Teniendo en cuenta que el plazo de ejecución de los trabajos es de «ocho meses» y que saldrá a licitación en breve, la previsión es que a final de año la obra haya concluido. No obstante, «aún habrá que esperar un tiempo a que sequen las humedades» que han ido acumulándose a lo largo del tiempo «en la piedra» del interior del templo, tanto «en las bóvedas como en los muros, que están absolutamente empapados», apuntan desde el Servicio Territorial de Cultura. De esta situación ya dio cuenta este diario el pasado mes de noviembre y es ahora cuando la obra para solventarla está en vías de dar comienzo.

Tal como puede verse en la fotografía que ilustra estas líneas en la parte superior, la cubierta de la iglesia de Bonilla de la Sierra está deteriorada y tomada por la vegetación, a lo que hay que añadir que su sistema de «desagües está taponado por la suciedad», lo que hace que el agua de lluvia no sea evacuado a través de las gárgolas y quede en la cubierta, desde la que «ni siquiera cae, sino que se va filtrando» hacia dentro del templo, de ahí las citadas humedades, indican desde el Servicio Territorial de Cultura. «El estado del tejado ha acabado provocando patologías en el resto del edificio», resume Alejandro Núñez.

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