La responsable de la Dirección General de Tráfico (DGT), María Seguí, viajó este jueves a Ávila para, junto al subdelegado del Gobierno en la provincia, José Luis Rivas, expresar sus condolencias a las familias de los cinco fallecidos en el trágico accidente ocurrido el día anterior en el kilómetro 87 de la N-403, en el término municipal de El Tiemblo.

Tras pasar por el tanatorio y acompañar a los allegados de las víctimas, Seguí no se pronunció sobre las causas del suceso y apeló a «la prudencia» porque, dijo,  el accidente «está bajo rigurosa investigación y, además, judicializado». No obstante, lo calificó  como «un accidente tipo» por ser «el más común» de cuantos ocurren «en nuestro país» precisamente por las «circunstancias» en las que se produjo: «En una carretera convencional, a plena luz del día y en personas adultas», subrayó.  

Pese a tratarse de un «accidente tipo», la directora general de Tráfico incidió en «las consecuencias dramáticas» del siniestro, que atribuyó «a la gravedad del impacto» y a  la antigüedad de los vehículos, «que tenían 15 y 22 años», destacó.  Precisamente, aseguró que aunque la edad de los vehículos «pueda parecer trivial, no lo es» ante un accidente de tráfico porque «la industria del automóvil ha trabajado sustancialmente» la seguridad, lo que tiene como resultado una «mejora en estas décadas en la capacidad de un vehículo de protegernos en una colisión frontal independientemente de otras circunstancias», señaló.

En este sentido, Seguí dejó claro que «las circunstancias que llevan al accidente son unas y las circunstancias que llevan a las muertes son otras».  Y entre estas últimas, además de la antigüedad de los vehículos implicados, la responsable de Tráfico también puso el acento en el riesgo que supone «circular por carreteras que nos sabemos prácticamente de memoria por ser las cotidianas», tal como ocurrió en este trágico suceso, que tuvo lugar en «un trayecto muy conocido por todos los afectados», reveló.

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