Los resultados globales del barómetro 2014 publicado ayer por el Ministerio de Sanidad no consiguen ocultar el hecho de que se ha producido un significativo y paulatino descenso en la confianza de los ciudadanos en la Sanidad pública. La población española aprueba con una media de un 6,31 al sistema, pero hasta uno de cada tres consideran que la atención prestada ha empeorado en los últimos cinco años, además, el malestar aumenta en todos los servicios con respecto a 2013.
La encuesta, realizada a partir de 7.800 entrevistas llevadas a cabo en marzo, mayo y octubre del pasado ejercicio, detalla como el nivel de satisfacción de los españoles con la Sanidad Pública se mantiene con respecto a años anteriores, sitúandose apenas una décima inferior al 6,41 registrado en la anterior edición.
No obstante, se trata del tercer año consecutivo en que desciende ligeramente la calificación después de que en 2011 alcanzara la mayor puntuación en una década, con un 6,59 de media.
Este descenso concuerda con el empeoramiento de los servicios que los usuarios han constatado en el último lustro. El que más se ha deteriorado sería el de Urgencias, como consideran el 43,1 por ciento de los encuestados (frente al 39,2 por ciento en 2013 y el 28,3 en 2012), mientras que solo un 11,6 por ciento considera que han mejorado. Asimismo, el 37,3 por ciento de los usuarios cree que la atención especializada ha descendido, al igual que el 35,6 por ciento considera que también lo ha hecho la atención hospitalaria, y el 29,7 por ciento la primaria.
En estos casos, también aumenta la sensación de desmejora con respecto al año anterior (32,1 por ciento, 32,2 y 27,8, respectivamente, lo pensaba en 2013).
Paralelamente, desciende el porcentaje de pacientes que consideran que la situación ha mejorado, algo que solo cree el 13,9 por ciento.
El agravio también se percibe en el caso de las listas de espera, como demuestra que hasta un 38,9 por ciento considera que están peor que hace un año y solo un 7,8 por ciento cree que están mejor. Además, casi la mitad de los ciudadanos (45,5 por ciento) cree que las autoridades médicas no están llevando a cabo acciones para mejorar esta situación, frente al 24 por ciento que sí cree que se estén tomando medidas.
El barómetro muestra también el nivel de satisfacción con diferentes aspectos de la Atención Primaria, especializada y hospitalaria y, en estos dos ámbitos, los ciudadanos suspenden precisamente al tiempo que tardan en ser atendidos.