Toque a 'reloj suelto' por las Cortes

SPC
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Castilla y León rinde homenaje a los 476 procuradores de las nueve legislaturas en el Real Monasterio de Santa Clara de Tordesillas (Valladolid)

Las Cortes de Castilla y León regresaron hoy 35 años después al Real Monasterio de Santa Clara de Tordesillas (Valladolid), a los pies del río Duero, donde el 21 de mayo de 1983 arrancó la vida de un parlamento autonómico al son del toque festivo de 'reloj suelto' de unas campanas, que marcaron el inicio de una etapa de autonomía que acababa de nacer y que tres décadas más tarde rinde homenaje a sus 476 procuradores, artífices de 390 leyes.

La celebración comenzó pasado el mediodía en el antiguo salón del trono, la capilla dorada, con la presencia de unas 300 personas, entre representantes y autoridades de la Comunidad. La presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, abrió el acto institucional, que se enmarca en el 35 aniversario del Estatuto de Autonomía, para dar la bienvenida a esta conmemoración que contó con autoridades civiles, pero también militares y religiosas como la abadesa del convento y la comunidad religiosa.

El alcalde de Tordesillas (Valladolid), José Antonio González Poncela, abrió las intervenciones en la capilla mayor con una llamada de atención hacia el medio rural. Sus palabras dieron paso a los discursos de los cinco expresidentes del parlamento autonómico Dionisio Llamazares, Carlos Sánchez Reyes, Manuel Estella, José Manuel Fernández Santiago y Josefa García Cirac.

Clemente cerró el acto institucional con un mensaje a sus señorías para que hagan un esfuerzo para aproximar posiciones y para trabajar juntos y atender las aportaciones y diferentes sensibilidades, con el objetivo de garantizar un mayor bienestar social y el progreso y el desarrollo de Castilla y León.

Los actuales procuradores tomaron asiento en el altar de la capilla, donde se ubicó también el Gobierno de Castilla y León, los expresidentes de las Cortes y la Mesa del parlamento. Los antiguos representantes de la Comunidad ocuparon los bancos dispuestos en el templo. Los primeros se reservaron para los que en algún momento fueron portavoces y el resto para aquellos que formaron parte de la gran nómina de representante autonómico.