Mas y Rajoy se verán el próximo miércoles tras un año de tensiones

AGENCIAS
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El jefe del Gobierno quedará dos días antes con el próximo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a fin de hacer un frente común a la amenaza secesionista de la 'Generalitat'

Mas y Rajoy se verán el próximo miércoles tras un año de tensiones - Foto: REUTERS Gustau Nacarino

Miércoles 30 de julio, a las 11,00 horas. Ya está fijada la ansiada cita entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. Se celebrará en el Palacio de La Moncloa, el primer encuentro público entre ambos, cara a cara en un despacho, desde el 29 de agosto de 2013, hace ya casi un año.

Tan trascendental hecho se produce después de la petición por correo electrónico hecha por Artur Mas el pasado 11 de julio y a la que respondió Rajoy con una llamada de teléfono. Los dos decidieron que sus equipos buscasen una fecha en sus respectivas agendas para verse, momento que se ha retrasado hasta final de mes, en vísperas justo de las vacaciones.

No ha trascendido si hay un guión previo para ordenar la conversación o no, si además del interés de Mas por organizar una consulta independentista el 9 de noviembre, ambos dirigentes hablarán de financiación autonómica, de inversiones o infraestructuras. Según apostilló el president, el referéndum no será el único asunto sobre la mesa.

La última ocasión en que se encontraron, aunque fugazmente, tuvo lugar con motivo de la proclamación de Felipe VI. El portavoz de CiU en el Congreso, José Antonio Durán i Lleida, aseguró que ya entonces el barcelonés propuso al gallego que se vieran, pero éste no confirmó que hubiera sido así. Curiosamente, el pasado lunes, el propio Mas sostuvo ante los empresarios regionales que, tras pedirlo verbalmente en varias ocasiones, «tuve que dejarlo por escrito y en dos horas me contestaron». Tan poca discreción no gusta en Génova, que desconfía abiertamente del líder de CiU, que en anteriores ocasiones filtró una serie de datos que solo sirvieron para aumentar el clima de crispación reinante.

Hay un dato a tener muy en cuenta, y es que el jefe del PP quiere contar con la opinión del nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, al que recibirá 42 horas antes de la cita con el catalán. Seguramente, buscará un frente común contra la amenaza independentista.

Conviene recordar que Sánchez, durante la campaña electoral para ocupar el sillón de Ferraz, negó por activa y por pasiva que fuera partidario de celebrar un referéndum -al contrario que su gran rival, Eduardo Madina-, al tiempo que abogó por una reforma de la Carta Magna que derivara en un Estado federal.

pesimismo. No parece que del encuentro entre Mas y Rajoy vaya a haber algún tipo de acuerdo o cesión. De hecho, la noche antes del anuncio del Ejecutivo central, el catalán pidió valentía a su anfitrión que «asuma riesgos» a la hora de dialogar sobre el proceso soberanista y la consulta del próximo 9 de noviembre».

En la misma línea se expresó el que algunos ven como su delfín, el consejero de Presidencia, Francesc Homs, que aseguró que su jefe acudirá a la cita dispuesto a hablar de todo y sin «condicionantes previos», reclamando de este modo al jefe del Ejecutivo central que acuda con la misma actitud.

Desde el PP, el vicesecretario general de Estudios y Programas, Esteban González Pons, que consideró que CiU «se descompone poco a poco», comparando la formación con un tren «al que le van cortando los vagones para que, con más madera, corra hacia el abismo». Tras afear a Mas su «huida hacia ningún sitio», lamentó que el cambio en CiU, que era una partido «moderado, constructivo y respetado en toda España». «Tiene que haber una solución respetando la ley», concluyó.