Con emoción. Así han vivido los abulenses el muy esperado regreso de Santa Teresa a su casa después del disgusto de la mañana, al saber que la lluvia no permitiría celebrar la procesión tras la eucaristía. Pero la espera ha valido la pena. Y cientos de personas han acompañado en todo momento a Teresa en su regreso a su iglesia. El recorrido ha comenzado con la despedida de la imagen de Gregorio Fernández a la Virgen de la Caridad, a la que Santa Teresa ha presentado sus respetos con las tres reverencias que marca la tradición.