Nueva jornada negra en Gaza

Agencias
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Más de 100 palestinos mueren en los ataques israelíes mientras las posibilidades de firmar la tregua exigida por la comunidad internacional se evaporan por las diferencias de ambos bandos

Nueva jornada negra en Gaza - Foto: IBRAHEEM ABU MUSTAFA

 
 
Los ataques de Israel sobre Gaza se han intensificado en los últimos días y, después de un dramático domingo, en el que murió un centenar de palestinos, ayer, cuando se cumplían dos semanas del inicio de la operación Margen Protector, la franja vivió una nueva masacre, al registrar más de 100 fallecidos como consecuencia de la ofensiva de las Fuerzas de Defensa hebreas sobre suelo árabe. Así lo comunicó la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que indicó que entre las víctimas mortales hay, al menos, 34 niños y 21 mujeres, aunque no se descarta que la cifra se incremente, ya que, al cierre de esta edición, continuaban buscando cadáveres entre los escombros.
Según el recuento de la OLP, en estos 14 días han muerto 604 palestinos y 3.700 han resultado heridos, 10.903 casas han sido destruidas y 9.944 viviendas han resultado parcialmente demolidas. Asimismo, la organización denunció que al menos 1,2 millones de gazatíes no tienen agua ni luz y que los hospitales y los centros médicos continúan siendo objetivo de las tropas judías, cuyos ataques han obligado a más de 135.500 ciudadanos a abandonar sus hogares.
Mientras, en el bando contrario, otros dos soldados israelíes murieron en enfrentamientos en la franja, lo que eleva la cifra de fallecidos a 27 militares.
La situación está todavía lejos de terminar, a pesar de los esfuerzos internacionales para que ambas partes firmen un alto el fuego que termine con la masacre. Así, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, se reunió en El Cairo con altos cargos egipcios para intentar encontrar una solución al conflicto.
El político norteamericano exigió un cese inmediato de la violencia y apeló a Hamas para que acepte una tregua, de modo que exista una «oportunidad» para afrontar «asuntos subyacentes».
Por su lado, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se citó con el primer ministro hebreo, Benjamin Netanyahu, al que instó a «poner fin a los combates y empezar a conversar».
Ante esta petición, el premier acusó a la milicia de querer «más víctimas civiles». «Israel hace lo que cualquier país haría si los terroristas lanzaran continuamente cohetes contra sus ciudades», manifestó, para agregar que la comunidad internacional tiene que «responsabilizar a Hamas» por rechazar la propuesta de tregua y por «comenzar y prolongar» el conflicto en la región. Además, acusó a los milicianos de intentar «apilar cadáveres» para generar apoyos internacionales, mientras continúa su disparo de proyectiles contra territorio judío.
Los habitantes de Gaza «son las víctimas del régimen brutal» del movimiento radical, apuntó, al tiempo que reiteró que el Ejército proseguirá con la operación hasta lograr su objetivo: que se ponga fin a los lanzamientos de cohetes.
Eso sí, si bien Hamas no quiere secundar el alto el fuego propuesto desde Egipto, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) sí planteó al Ejecutivo de El Cairo un programa para frenar la violencia en la franja y que contemplaría la aplicación inicial de una tregua y cinco días de negociaciones entre los bandos enfrentados.
Mientras, la Unión Europea manifestó su «extrema preocupación por la escalada de violencia» en la zona y reclamó a israelíes y palestinos que apliquen «de buena fe» un cese de las hostilidades inmediato.
 
No hay lugar seguro. Por otro lado, la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) denunció que «no hay ningún lugar seguro para los civiles» en la franja. 
Un portavoz de la institución explicó, en este sentido, que la prioridad de las agencias de ayuda es proteger a los ciudadanos gazatíes y evacuar a los heridos. 
Asimismo, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) calcula que casi 500 viviendas han quedado destruidas por los ataques israelíes. Además, unas 100.000 personas han buscado refugio en las instalaciones de la organización, donde ahora necesitan agua y alimentos. 
Según cifró, entre los árabes fallecidos figuran al menos 120 menores, lo que equivale a una cuarta parte del número total de muertos, según una representante de Unicef.