EL Ayuntamiento de El Hoyo de Pinares, dentro del área de festejos, ha sido el encargado de preparar todo lo necesario este año para celebrar la tradicional romería en honor a la Virgen de Navaserrada. A peñas y vecinos se han sumado como es costumbre veraneantes que han vuelto a su tierra natal para celebrar en familia la tradicional fiesta con su imagen siempre llena de flores para la ocasión y esta vez un tanto aguada por la aparición de la lluvia. El sábado, día grande, para todos, se organizó desde primeras horas de la mañana, las dianas, amenizadas por los dulzaineros, y a las 9,30 horas salía de la iglesia parroquial la virgen acompañada de numeroso público que por calles y carretera llegó hasta el lugar de El  Fresne, sitio de los romeros, a unos 3 kilómetros de la localidad. Allí se ubicó a la Virgen sobre un altar preparado para este menester.

En este lugar de prado verde, que hacia juego con los pinos, se celebró la misa con la rondalla  y después se cantó la salve por parte de los presentes que estuvieron acompañados por diferentes autoridades.  Tras estos actos comenzaron los bailes regionales y los juegos para los más pequeños con carreras de sacos, pucheros y la célebre cucaña, o lo que es lo mismo un palo rectos dado con grasa donde al final tenía un jamón para los ágiles piñoneros. Entre tanto los dulzaineros interpretaban danzas regionales alegrando la estancia de los romeros y el buen comer.  Ya por la tarde, sobre las ocho, estaba previsto el regreso a la iglesia parroquial con la virgen cantando durante el trayecto del Santo Rosario.