La campaña electoral venezolana se tiñó ayer de sangre con la muerte de un dirigente local de un partido de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que fue tiroteado tras un mitin en el interior del país. El joven, identificado como Luis Manuel Díaz, era secretario de la formación Acción Democrática (AD) en la región de Altagracia de Orituco.
Los hechos ocurrieron en un acto de campaña en el estado Guarico, en el que participaba la víctima junto a Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, líder de Voluntad Popular condenado a casi 14 años de prisión como instigador de las manifestaciones celebradas en Caracas en febrero de 2014 y que terminaron con 43 fallecidos.
Así, la alianza opositora condenó la muerte del dirigente y aseguró que ésta ocurre promovida «por un discurso oficial que anuncia, promueve y justifica la violencia». «Desde el Comando Venezuela Unida queremos destacar que el Estado es responsable, por acción y omisión, de cualquier acto de violencia en el país», señaló un comunicado de la MUD.
Por su parte, Tintori responsabilizó directamente al Gobierno de Nicolás Maduro de la muerte del joven sindicalista, y denunció que el objetivo real del ataque era asesinarla a ella.
De hecho, la activista ya había sido «retenida» durante más de tres horas en el aeropuerto de Isla Margarita, según aseveró la oposición, para impedir que continuara con su gira por Venezuela pidiendo el voto para derrotar al chavismo en los comicios parlamentarios del 6 de diciembre.
Además, el partido político de López ya había denunciado que Tintori fue «atacada» por un grupo de simpatizantes del Ejecutivo de Maduro en otro acto electoral celebrado la semana pasada en la localidad de Cojedes.
Por todo ello, la esposa del líder opositor consideró que la muerte de Díaz «fue algo planificado». «La persona encargada de accionar el arma esperó a que los medios de comunicación se bajaran de la tarima antes de efectuar los disparos», relató.
Asimismo, Tintori sostuvo que el objetivo real de esta supuesta acción premeditada era ella. «Me quieren matar», afirmó. «Y voy a denunciar en la Fiscalía los hechos. Tenemos las pruebas», avanzó el diario El Nacional.
BANDAS RIVALES. Mientras, el presidente de Venezuela aseguró que la muerte de Díaz se debe a «un ajuste de cuentas entre bandas rivales». «Las investigaciones se iniciaron y el ministro del Interior ya tiene elementos que apuntan hacia un sicario y un ajuste de cuentas», sostuvo. Y, aunque Maduro no quiso dar más detalles, adelantó que se dará una rueda de prensa más adelante para que «el pueblo conozca los hechos reales».