Otegi 'incendia' el 'Parlament' entre elogios de la CUP y gritos de asesino

AGENCIAS
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El líder 'abertzale', de la mano de los antisistema y avalado por Puigdemont, insta a exportar el 'procés' al País Vasco, mientras la oposición constitucionalista arremete contra la visita

Un Parlament incendiado a su paso dejó ayer el secretario general de Sortu, Arnaldo Otegi, durante su periplo por Cataluña, que pudo realizar de la mano de la CUP, con la complicidad de Junts Pel Sí y con el aval del presidente del Govern, Carles Puigdemont. Mientras el líder abertzale instaba a exportar el proceso soberanista al País Vasco, PP y Ciudadanos se reunían con representantes de las víctimas del terrorismo para mostrar su enorme disconformidad por la visita.

Entre gritos de «¡asesino!» lanzados por una veintena de personas que esperaba en el exterior de la Cámara regional, el radical llegó a la institución acompañado de miembros de Bildu y varios diputados de la CUP, entre ellos Anna Gabriel. A lo largo del día, se reunió con miembros de Junts pel Sí (CDC y ERC), Catalunya Sí Que Es Pot y la CUP que forman parte de la Comisión de Acción Exterior del Parlament, así como con la presidenta de este órgano, Carme Forcadell, que recibió en su despacho a Otegi durante cerca de media hora, en un encuentro calificado de «cordial» por fuentes parlamentarias.

En cuanto a sus intervenciones, el de Elgóibar, que salió de prisión en marzo tras cumplir seis años y medio de cárcel por intentar reconstruir el brazo político de ETA, quiso ensalzar el proceso separatista catalán como ejemplo a seguir. «Esperemos que en un breve plazo o en un plazo razonable, Euskadi también viva un proceso similar», manifestó Otegi, que calificó de «imparable» ese camino independentista emprendido por Cataluña. «Los vascos y las vascas tenemos mucho que aprender de este proyecto. Y con las lecciones que aprendamos aquí vamos a intentar hacer lo mismo en el País Vasco», apuntó también.

Además, en una oferta envenenada en plena época preelectoral, instó a los miembros de Podemos a sumarse al secesionismo si constatan, tras los comicios del 26 de junio, que la aritmética no permite una mayoría que haga posible un referéndum de autodeterminación.

Por otro lado, denunció que desde algunas instancias estatales se le demoniza más ahora que cuando había «violencia armada» por parte de ETA y consideró «chocante» que «algunos no se sientan cómodos» en el actual escenario político sin atentados. «Lo digo así de claro: el PP nunca me va a perdonar el 11-M y que hayamos hecho desaparecer la lucha armada», aseguró Otegi.

Tensa sesión de control. La visita del líder abertzale protagonizó también una sesión de control marcada por la tensión. Especialmente duro fue el choque dialéctico entre el dirigente del PP catalán, Xavier García Albiol, y el presidente la Generalitat, Carles Puigdemont, a quien el popular acusó de «indiferencia» ante la presencia de Otegi en el Parlament, a pesar de que «es el responsable de haber matado a más de 50 catalanes, entre ellos a muchos niños». «No valen las equidistancias, ya que, en esta cuestión, por un lado están las víctimas, los asesinados, y por el otro los malos, que son los terroristas», subrayó.

En la réplica, Puigdemont se mostró indignado por el tono empleado por García Albiol, a quien acusó de «apropiación indebida del dolor de las víctimas» y de hacerse «un servicio a sí mismo en campaña electoral», lanzando de paso un «velo de sospecha sobre el compromiso ético» del Govern.

Más allá del Pleno, el PP y Ciudadanos contraprogramaron la visita de Otegi con una reunión en el Parlament con un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo. Los socialistas catalanes, por su parte, se mantuvieron al margen de las dos citas.