La Asociación Cultural Pedro Vaquero organizó un año más este sábado la IX Boda Tradicional en Candeleda, aunque con amenaza de lluvia

Ana Agustín
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La Asociación Cultural Pedro Vaquero organizó un año más este sábado la IX Boda Tradicional en Candeleda, aunque con amenaza de lluvia

Aunque la amenaza de lluvia hizo cambiar algunos de los enclaves de la representación, un año más la Asociación Cultural Pedro Vaquero de Candeleda  organizó este sábado la IX Boda Tradicional, que como es habitual también, con el apoyo del Ayuntamiento candeledano.

Se trata de una iniciativa que nació con la idea de cubrir dos objetivos. Por un lado, la organización pretende recuperar la memoria visual, auditiva y de sensaciones, la tradición, el pasado colectivo y, por otro construir un evento participativo en el que la gente pueda intervenir. Así nació y así se mantiene este espectáculo que bebe de la realidad y que contó con dos millares de espectadores, a pesar de que el mal tiempo y el acontecimiento deportivo de la tarde noche hizo que fueran menos los convocados que en la edición del pasado año.

Como peculiaridad, los novios de esta recreación de una boda tradicional fueron una pareja real que celebraba sus bodas de oro y que quiso disfrutarlo de esta manera tan particular.

Los preparativos comenzaron a las 19,30 horas, si bien ya antes el ambiente era palpable y Candeleda ofrecía un lleno hostelero.

La ceremonia, que debido a la lluvia no pudo celebrarse en la puerta de la iglesia sino en el polideportivo de la localidad, tiene una parte muy interesante: la velación y el yugo. Hasta llegar allí, se desarrolló la ronda que ocupaba varias calles candeledanas y , al finalizar este festejado enlace, que corroboraban los dos contrayentes que decidieron revivir sus 50 años de casados, tuvo lugar un baile, el de la manzana, con todos los invitados, el pueblo candeledano, en la plaza. No faltaron los dulces y la limonada.