Un arcoiris para Irlanda

AGENCIAS
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El país isleño, de fuerte tradición católica, decide hoy en referéndum si legaliza los matrimonios homosexuales, práctica que estuvo prohibida hasta hace tan solo 22 años

La católica Irlanda se sacude hoy su pasado más tradicional y celebra un referéndum sobre la legalización de los matrimonios homosexuales. Poco más de tres millones de ciudadanos con derecho a voto están llamados a las urnas: deben decidir si aceptan que un «matrimonio puede ser contraído de acuerdo con la ley por dos personas sin distinción de su sexo».

De ser aprobado, esa frase sería añadida al artículo 41 de la Carta Magna, e Irlanda se convertiría en el primer país del mundo en legalizar el enlace homosexual a través de una votación popular.

Un país de fuerte tradición católica, donde la homosexualidad estuvo prohibida hasta 1993, somete ahora al sufragio ciudadano la elección de proteger los derechos de los gays y equipararlos a los de un matrimonio convencional.

La República de Irlanda ratificó en julio de 2010 la Ley de Relaciones Civiles, que concedía reconocimiento legal a las parejas de hecho del mismo sexo.

Las encuestas publicadas en los últimos días otorgaban una amplia mayoría hacia el sí, aunque el rechazo a las bodas del mismo sexo ha ido en aumento.

Tiernan Brady, exalcalde de un pueblo del noroeste rural y actual director político de la campaña progay, ofreció hace unos días unas declaraciones a distintos medios en las que aseguraba que «todo el mundo conoce a alguien que conoce a alguien homosexual». Además, explicó también que «las personas gays y lesbianas no viven en una roca fuera de Irlanda esperando a entrar. Viven en cada rincón del país. Lo más importante es recordar a la gente que esto va de personas».

Entre sus detractores figuran grupos de abortistas, ultraconservadores y la Iglesia Católica, que mantiene aún un gran peso en la isla, y advierte que el matrimonio homosexual atenta contra los valores de la familia tradicional.

Por otra parte, en Irlanda, el aborto continúa siendo ilegal, incluso en caso de violación, mientras que el divorcio se legalizó en 1995 y los anticonceptivos 10 años antes. Excepcionalmente, algunos sacerdotes han apoyado el voto por el sí.

La pena de cárcel que acarreaba ser homosexual se eliminó hace tan solo 21 años, y se llevó a cabo porque el Tribunal Europeo de Derechos Humanos así lo exigió. El exalcalde Brady comentó que «si gana el sí, habrá toda una generación de ciudadanos que descubra que la política puede funcionar y que puede llegar a cambiar las cosas». Además, añadió, que «tendrá un efecto positivo mucho más allá de esta campaña».

Un gran respaldo.

Mientras, los partidos políticos y los periódicos han pedido el voto afirmativo. El primer ministro democristiano, Enda Kenny, siguió esa línea el día previo a la jornada de reflexión. El centro de Dublín está en constante movimiento por el referéndum, con grupos de jóvenes voluntarios realizando acciones por las calles turísticas y el camión de la empresa de  helados Ben & Jerry’s repartiendo sorbetes gratis a favor del sí.

El voto por correo no está permitido en esta consulta, por lo que miles de jóvenes irlandeses se están desplazando hasta su país para votar, haciendo incluso viajes colectivos desde Londres. Las urnas se abrirán hoy a las 06,00,  hora local, y cerrarán a las 21,00 horas, aunque el recuento se realizará mañana y los resultados saldrán, previsiblemente, por la tarde de ese mismo día.