QUE nadie encuentre complicado salir de casa para dar un paseo. Éste es el objetivo de la tercera entrega de la campaña ‘Teresa te da las llaves. Nueve puertas, nueve llaves’, que esta semana se presentó en Ávila y que quiere recordar a abulenses y visitantes que si todos queremos, podemos conseguir que desaparezcan las barreras que dificultan el día de las personas con discapacidad.

‘Con obstáculos no se hace camino. Por el respeto a los itinerarios peatonales’ es el lema elegido para el cartel instalado en el Arco del Peso de la Harina.En él, se ve a La Santa empujando un carrito de la compra que choca contra un poste instalado en una acera. El dibujo refleja sólo uno de los muchos ‘baches’ que no sólo las personas con discapacidad afrontan cada día, sino también aquellas que, por ejemplo, empujan un carrito de bebé o que caminan temporalmente con muletas.

Porque, en definitiva, todos padecemos (o padeceremos algún día) de alguna forma algún tipo de discapacidad. Y por eso resulta fundamental que todos nos mentalicemos sobre lo importante que es derribar obstáculos para, como dice La Santa abulense, poder hacer camino.  

«Los itinerarios peatonales son circuitos que deben estar libres de obstáculos», aseguró durante la presentación del cartel la concejal responsable de las áreas de Movilidad, Accesibilidad yDiscapacidad, Noelia Cuenca, para la que «todos nos beneficiamos» de la supresión de esas barreras.

El nuevo cartel, que será visible hasta finales del próximo mes de agosto, está instalado en el corazón de Ávila, en la calle SanSegundo. Es «un entorno privilegiado» en boca de la concejal, pensando en que tanto abulenses como turistas podrán interiorizar el mensaje que arroja la ilustración.

Entorno privilegiado, pues, y época excelente. No en vano, si la calle SanSegundo es ya de por sí una de las más transitadas de la capital, en verano el flujo peatonal se multiplica, gracias a los miles de turistas que acuden a visitar la Muralla y a los infinitos abulenses que en algún momento del día pasan para acudir a sus trabajos o, simplemente, a tomar una caña.

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