Las primeras semanas de diciembre parecen siempre como de paso: un tiempo de espera y preparación para lo que llega a final de mes. Pero para unos cuantos son también días ideales para el descanso y el turismo, pese al frío y la lluvia que suelen reinar durante el último mes del año.

Sobre todo en ciudades como Ávila, donde este sábado el viento y la lluvia marcaron la jornada de abulenses y turistas. No muchos, es cierto, pero los suficientes para dar algo de color a las calles de la capital en una jornada, a priori, gris y oscura.

Así, por el casco histórico de la ciudad pudo verse a grupos de turistas bien armados con paraguas, bufandas y gorros: todo lo necesario para combatir los embates del mes de diciembre cuando lo que se quiere es disfrutar del rico patrimonio histórico y artístico de la ciudad.

La verdad es que no parecía importarles mucho el aviso de nivel amarillo decretado para este sábado por la Agencia Estatal de Metereología, que no falló en sus predicciones y que, por cierto, vuelve a avisarnos de que el domingo las lluvias volverán a caer con fuerza durante toda la jornada.

Parece ser pues que el amarillo del aviso de la Aemet será el único color que dé luz a un domingo que, todo parece, invita al recogimiento casero, la película en el sofá y el chocolate caliente con churros para la hora de la merienda.