La Junta tiene en Ciudadanos y UPL una doble oportunidad para sacar adelante su Presupuesto

Pablo Álvarez / Valladolid
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La abstención de ambos partidos permite tumbar las enmiendas a la totalidad presentadas por las formaciones de izquierdas y continuar con la tramitación de las cuentas para 2016

Después de la investidura, el Presupuesto es la segunda prueba de fuego a la que se enfrenta el PP con su ajustada mayoría de 42 escaños. La primera la salvó gracias a Ciudadanos y su abstención previa firma de un documento con compromisos de legislatura. Para sacar adelante las cuentas de 2016, los populares tienen una doble oportunidad ya que a la opción de la formación naranja también se suma el partido leonesista, UPL, en el caso de que la primera encalle. Un único voto sería suficiente, aunque la aspiración del PP es conseguir al mayor número de apoyos.
Ni Ciudadanos ni la Unión del Pueblo Leonés presentaron enmiendas a la totalidad del presupuesto regional, que se debatieron ayer en las Cortes. Yninguno de los dos partidos apoyaron las iniciativas presentadas por PSOE, Podemos e Izquierda Unida. Su abstención sirvió al Partido Popular para salvar un nuevo trámite de las cuentas regionales, que de haber salido adelante hubiera obligado a la Junta a presentar un nuevo proyecto y retrasado la entrada en vigor de la supresión del impuesto de hidrocarburos o la bajada del IRPF, como se encargó de recordar la consejera de Hacienda en su exposición. 
El procurador ‘leonesista’ de UPL Luis Mariano Santos justificó su abstención en la votación en que su formación no tiene la «fuerza» para cambiar los presupuestos, si bien recalcó que se necesitan «soluciones urgentes a problemas urgentes». El parlamentario avanzó que presentarán enmiendas parciales para mejorar la dotación de fondos para provincias como León o Zamora en una Comunidad de «tamaño desproporcionado».
El discurso del portavoz de Ciudadanos, Luis Fuentes, fue mucho más duro contra las cuentas presentadas por la Junta, con una coincidencia prácticamente plena con los argumentos de los partidos de izquierda (PSOE, Podemos e IU) que fundamentaban sus enmiendas a la totalidad. 
Fuentes justificó que no haya pedido la devolución de las cuentas en su «responsabilidad» y su intención de introducir los cambios a través de enmiendas parciales. En concreto Ciudadanos ha presentado 76 propuestas de modificación con la idea de elevar las ayudas a los libros de texto como planteamiento estrella. En la medida que se acepten decantarán el sentido de su voto. 
Ciudadanos basará la negociación presupuestaria sobre una serie de ejes cuya aceptación consideramos fundamental de cara al posicionamiento de su grupo en la votación final y que pasan por la rebaja del impuesto de sucesiones, por la puesta en marcha de un programa de dinamización de municipios mineros, con una inversión anual hasta 2020 de cinco millones de euros o de zonas afectadas por la despoblación.
Además, tiene en el punto de mira dos órganos: el Consejo Consultivo de Castilla y León como de la Fundación Villalar, cuya eliminación ha puesto sobre la mesa.
 
Mano tendida. El objetivo del Grupo Parlamentario Popular es conseguir el mayor número de respaldos posibles para el presupuesto y por lo tanto intentar acercar posturas con ambos en la negociación de las enmiendas parciales. Así lo dejaron claro los tres portavoces que intervinieron por parte del PP para mostrar su posición a las propuestas de tumbar el presupuesto de los partidos de izquierdas: Carlos Fernández Carriedo, Salvador Cruz y Ángel Ibáñez con la voluntad de mano tendida hacia todos los grupos para incorporar cambios que permitan mejorar el proyecto presupuestario presentado por la Junta de Castilla y León.
Esta doble vía ya se exploró en a la hora de buscar apoyos para la investidura de Juan Vicente Herrera. Sin embargo, Ciudadanos se cerró en banda a votar en el mismo sentido que la UPL, al considerar que apoya un trato favorable para la provincia de León, algo que choca con sus principios ideológicos, según sus propios argumentos del mes de junio.