Máscaras y cencerros llenan Navalosa de fiesta

M.E
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Las cinco mascaradas provinciales y una invitada, la navarra Zamarroak, ofrecieron un espectáculo visual y sonoro digno de la cuarta edición de Mascarávila, celebrada con mucho público y ambiente y como un homenaje a la riqueza etnográfica

LA cuarta edición de Mascarávila volvió a ser un éxito de público y desarrollo gracias a la fuerza visual y sonora, al ambiente festivo y a la actitud que pusieron los cerca de medio millar de niños y adultos que, distribuidos en seis mascaradas y varios grupos folclóricos, dieron vida a este festival. Navalosa, localidad anfitriona este año –toma el relevo de Pedro Bernardo, Hoyocasero y Casavieja–, estuvo a la altura y recibió con los brazos abiertos a una iniciativa que se consolida y busca conservar y difundir unas tradiciones ancestrales, tan valiosas como lucidas, que ya son todo un reclamo turístico. Cencerros, zambombas, telas de saco, pieles, crines, varas, agallones, coloridas cintas, cornamentas y, sobre todo, máscaras, cada una con su peculiaridad, fueron los principales ingredientes del lucido y atronador pasacalles que abrió la tarde, a la que finalmente quiso sumarse el sol, pese a unas previsiones más negativas. Aún así, Navalosa se llenó y fue el escenario perfecto.