Diez años después de su anterior disco con canciones propias, un tiempo largo en el que no ha parado de trabajar, Víctor Manuel, cantante y compositor que lleva varias décadas siendo uno de los principales referentes de la música española por trayectoria, calidad, influencia y capacidad de tocar los sentimientos de sus oyentes, ha lanzado al mercado un nuevo trabajo, de título Casi nada está en su sitio, formado por 13 canciones seleccionadas de entre “un montón” que creó en un momento de inspiración muy prolífico que se dilató entre el 10 de enero y el 23 de marzo del 2018.

Ávila será la segunda parada en la gira que Víctor Manuel celebrará para presentar este nuevo disco en escenarios de toda España, una cita que tendrá lugar en el Lienzo Norte.

¿Cómo hemos tenido que esperar tanto para un nuevo disco con canciones nuevas?

Porque he estado muy liado todos esos años. Cuando saqué el disco anterior inicié la gira ‘Vivir para cantarlo’, por teatros y con una fórmula nueva, que pensé que iba a ser muy cortita pero que finalmente se dilató tres años; después vino ‘50 años no es nada’, también con gira y disco, a continuación ‘Canciones regaladas’, con disco con Ana y gira también, y después dos años de gira con ‘El gusto es nuestro’. Y ahí, resumidos, están esos diez años.

Cuando acabé la gira en Argentina con ‘El gusto es nuestro’ y regresé a casa vi que tenía ganas de escribir canciones, y me planteé hacer un disco de canciones nuevas; me puse el mono de trabajo y salieron un montón de temas en muy poco tiempo.

El proceso creativo de este disco en el sentido de rapidez, de hacer las canciones en muy poco tiempo, ¿es parecido al que conoció cuando hizo El lanzador de cuchillos?

Sí, fue un caso parecido, lo que pasa es que entonces no tenía tanto tiempo entre un disco y otro. Ahora tenía ganas de ese nuevo trabajo, me puse a ello y me volví a enfrentar a la sensación de siempre de que no te acuerdas de nada, de que no sabes cómo se hacen canciones, pero una vez que te pones en marcha ves que empiezan a salir y te animas, y la verdad es que para hacer este disco no había escrito tantas canciones seguidas y juntas ni cuando era joven. No tengo memoria de haber hecho esto en mi vida.

El título del disco, Casi nada está en su sitio, ¿es una especie de declaración de intenciones?

Más o menos. Ese título responde a una sensación que creo que tenemos todos. Lo explico en la canción titulada Nos están preguntando, que habla de tanta gente que necesita matar en el mundo que los fabricantes de armas no pueden parar. Y lógicamente viene a la memoria lo que pasó hace unas semanas en España, que tratan de suspender una venta de armas a Arabia Saudí y este país reacciona diciendo que tampoco nos compra las fragatas, y salen a la calle miles de trabajadores que son los que viven de fabricas esas fragatas, y creo que eso es una demostración de que nada está en su sitio, no ya casi nada.

En estos tiempos en los que la música se ha hecho más comercial, ¿apuestas como la suya por temas con mensaje que mueven a pensar y a ser críticos lo tienen más difícil para encontrar mercado?

Sí, pero creo que eso ha existido siempre. Hay mucha gente que piensa que los cantautores estamos amortizados y que nos escucha a lo lejos. Creo que hay muchísima gente con talento escribiendo canciones, aunque lo que pasa es que tú no vas a encontrar a esa gente ni en OT ni en las emisoras, las radiofórmulas o las televisiones, todo eso circula por abajo. Pero gente con el talento de Jorge Drexler, Pedro Guerra o Ismael Serrano están ahí, trabajando y con aceptación grande.

¿Hay algún complot para callar a quienes invitáis a pensar y no sólo a consumir?

No hace falta que nadie lo decida así; creo que es el signo de los tiempos, que las cosas, evidentemente, van por otro sitio. Yo estoy contento de mi trabajo, y ayer me lo decían, que he hecho un disco muy actual a nivel letras, y por otro lado con un tratamiento musical que es el que sé hacer, porque no me puedo inventar otra manera de hacer canciones.

Escuchaba hace poco de nuevo su canción España, camisa blanca de mi esperanza, y cuando llegaba a los versos “paloma buscando cielos más estrellados, donde entendernos sin destrozarnos, donde sentarnos y conversar”, daba la impresión de que estaba escrita ahora mismo y no hace unas décadas.

Claro, algunas canciones es lo que tienen, que parecen escritas ayer por la mañana, y ese de España, camisa blanca de mi esperanza era un ruego de 1982 exactamente. Después hemos remado mucho, hemos dado palos de ciego, hemos dado pasos hacia delante y hacia atrás todo el tiempo, pero esa es la realidad que tenemos hoy; por eso era la invitación a escribir una nueva canción que hable de este país, que también invoca lo mismo que tenía España, camisa blanca, que España es lo que es, y tratemos de no ponernos dignos, de no hacernos trampas al solitario y de no volvernos locos. No puede pensar alguien de Ávila que es superior a los de Salamanca o a los de Madrid, por decir dos fronteras provinciales, y podría decir de Asturias exactamente lo mismo.

Parece un empeño vano repetir tantas veces lo mismo para seguir igual, o incluso a peor.

Sí, tiene uno la sensación de que hay actos muy fallidos, pero también porque la política que se hace está falta de coraje. Los políticos se esconden mucho a la hora de hacer su labor, están mirando por el rabillo del ojo a ver qué pasa con las próximas elecciones, a ver qué digo para no cagarla mucho y que no se note si la cago. Y creo que hemos tenido antes una clase política mejor a la que tenemos ahora.

¿Ahí la música puede tener una función ética además de estética?

Puede ser, pero la música no está para convencer al que no está convencido; creo que está más para que la escuches y te reconforte, te diga que merece la pena eso que estás diciendo, y para acompañarte, porque la música hace una labor fundamentalmente de acompañamiento.

Además de defender su nuevo disco, ¿en el repaso de su trayectoria que hará en el concierto de mañana va a caber la canción Los amantes de Ávila?

No, hace muchos años que no la canto en directo. Es una canción que quiero mucho, que amo mucho, pero es complicado montar una canción nueva cuando llevas una gira armada, porque eso significa que dentro de esa gira tienes que dedicarle un día entero a ensayar, convocar a los músicos. Es muy complicado. Voy a cantar, lógicamente, parte de las canciones del disco nuevo, y algunos de los temas digamos más reconocibles por la gente.