El trabajo de investigación que lleva a cabo la Universidad Católica de Ávila (UCAV) en el Palomar de Gotarrendura continúa dando sus frutos y, sobre todo, mantiene su intención de continuidad. Una continuidad que pasa por investigar en el propio Palomar ya que según explicó el arqueólogo Blas Cabrera se pretende investigar en el entorno, conocer más detalles sobre una puerta que está cegada y ver si estaba en uso en el siglo XVI y, sobre todo, hacer un estudio de la cimentación del Palomar  para ver cómo es su estado de conservación, lo que puede ser importante para el futuro. También se quiere avanzar en la excavación en otras zonas no explotadas y donde parece que puede haber restos.

Hasta ahora se han acometido dos fases de trabajo en la finca, una primera patrocinada por la Junta de Castilla y León que fue exploratoria y una segunda en la que se ha continuado la excavación en su área de extensión.

Esto ha permitido encontrar restos de dos casas, unos pertenecientes a la casa–palacio de la familia materna de Santa Teresa (en la zona del monumento) y los otros correspondientes a una segunda vivienda de la que ya había documentación escrita.

Además en los últimos trabajos se han hallado nueva cerámica y monedas. Se trata de tres monedas, maravedíes correspondientes a la época de Felipe II y Felipe III, de finales del siglo XVI y principios del XVII. Por la forma en la que han sido encontrados sirven como un indicador más de la historia de la casa, puesto que indican que  en esta época la vivienda ya estaba abandonada y en proceso de derrumbamiento.

Son nuevos indicios que vienen a continuar la labor de las anteriores fases donde se han encontrado restos y muros de la casa–palacio y que han permitido ver un perímetro aproximado de esta vivienda, aunque se adentra en una finca colindante (la división fue posterior) por lo que se espera en el futuro poder adentrarse en este espacio, perteneciente a un particular, para poder seguir investigando.

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