El Diocesanos Aqualia 'murió' a la orilla

A.S.G.
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Pese a lo duro del descenso, Iván Lastras se confiesa «orgulloso» por la temporada de un equipo al que le costó demasiado arrancar. "Si volviera al 1 de julio volvería a coger los mismos futbolistas. El principal responsable soy yo"

Si pudiera regresar al inicio de temporada, a ese 1 de julio en el que apuntaba en la libreta los nombres de aquellos futbolistas que vestirían la elástica del Colegios Diocesanos Aqualia en la 2017-18 «elegiría los mismos nombres. Porque me quito el sombrero con mis jugadores. Lo han dado todo hasta el final, aunque nos quedamos con esa espinita clavada de haber muerto en la orilla». La orilla de los anexos del José Zorrilla, donde el equipo de Iván Lastras se despedía de la División de Honor dos años después de haber logrado el ascenso. Una permanencia que ya se anunciaba complicada a inicios de curso, que se complicó con el paso de las jornadas tras un mal arranque de temporada –«nos costó mucho entrar en la competición»– pero en la que el equipo de Iván Lastras se rehizo para contar con una última oportunidad ante un Real Valladolid que no dejó opciones a soñar.