Si algo tienen las fiestas navideñas que las hace diferentes a otras que se celebran en otras épocas del año es que se viven en familia y que las tradiciones juegan aquí un papel fundamental. Esto se percibe de forma especial cada día de Navidad, jornada en la que las familias se reúnen a la mesa y en la que, además, los abulenses aprovechan para realizar una ruta de belenes que se ha convertido en un clásico de cada 25 de diciembre.
A pesar del frío y de la nieve intermitente, un año más los abulenses salieron a la calle para realizar esta ruta belenística que tiene como parada algunos de los belenes más singulares de cuantos se exponen en la capital abulense. Se trata de una ruta que comienza días antes de Navidad y que en muchas ocasiones, debido a la abundancia de exposiciones belenísticas, prosigue después de esta jornada pero que tiene en el día 25 su fecha más importante, por ser éste, como marca la tradición cristiana, el día del Nacimiento del Señor.
Así, buscando al Niño Jesús recién nacido familias enteras aprovecharon el día de Navidad para visitar algunos de los belenes que administraciones públicas, asociaciones, congregaciones religiosas y otras agrupaciones muestran estos días en la ciudad. Belenes como el inaugurado este mismo martes en el convento Santa María de Jesús de las Hermanas Clarisas que, a diferencia de otros años, no muestra un único Belén sino una exposición en la que se exhiben medio centenar de conjuntos belenísticos de los más de 300 que atesoran las hermanas clarisas.
Además de contemplar una serie de dioramas, que representan el Misterio de la Natividad en distintos lugares, entre ellos la capital abulense, la exposición muestra una serie de belenes de distintas corrientes, entre los que destacan un conjunto de Reyes Magos del siglo XVIII de estilo napolitano vestidos con ricas telas o un Belén que la abadesa del convento napolitano de Santa Clara regaló a la clarisas abulenses. La exposición lleva por título ‘En pobres pañales’, término acuñado en su día por Santa Clara de Asís, fundadora de la orden, y que, como explicó la hermana María Teresa, encargada de guiar durante la visita, hace alusión a la Encarnación del Señor y a su nacimiento «entre los pobres y humildes».
Quizás uno de los belenes más visitados durante el día de Navidad fuera el de la residencia Santa Teresa de Jornet. Tal es la atracción que cada año despierta este Nacimiento que durante toda la tarde la cola para poder contemplar el Belén de este año, en el que sor Carmen Cabrera, belenista de la residencia, recrea el Misterio en las entrañas de la tierra, se prolongaba durante varios metros y más allá de las escaleras de acceso a la sala donde se muestra el Belén.
Mundo Belén en el Cites, los belenes de la Diputación de Ávila y el Ayuntamiento de Ávila, que este año estrena ubicación en el Episcopio, o el de Santo Tomás, fueron otras de las paradas de esta ruta belenística que se ha convertido ya en un clásico del día de Navidad.