Aunque desde el pasado mes de febrero esté en vigor un alto el fuego en Siria, la realidad demuestra que los combates continúan en una guerra civil que se prolonga ya durante más de cinco años. Ante el recrudecimiento de la violencia, el Ejército anunció la semana pasada una tregua temporal en Damasco y la región costera de Latakia, dos zonas, curiosamente, donde no habían incrementado las ofensivas. Y, sin embargo, la que es ahora la ciudad más afectada por los ataques diarios, Alepo, sigue sin un descanso, al menos de cara a la galería, y ayer volvió a ser el epicentro de fallecidos en otra jornada de bombardeos en sus calles.

En esta ocasión, y a diferencia de otros días, los objetivos fueron distritos controlados por el régimen de Bachar al Asad -entre ellos un hospital-, sobre los cayeron cohetes disparados por diferentes grupos armados que mataron a al menos 14 personas.

Según informó la Jefatura de la Policía, 11 civiles perdieron la vida y 37 resultaron heridos por el lanzamiento de 65 proyectiles por parte del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y otras facciones contra numerosos barrios residenciales de la ciudad, situada al norte de la nación árabe.

Los atacantes abrieron fuego contra la calle Al Nil y las inmediaciones de la mezquita de Al Rahman, en las zonas gubernamentales de una localidad dividida en dos partes -una de dominio rebelde y otra del Ejecutivo-.

Además, tres mujeres perecieron y otras 17 personas resultaron heridas por el impacto de varios cohetes sobre el hospital de Al Dabit, en el área de Al Muhafaza.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos elevó el número de víctimas mortales al agregar otros tres menores al balance, sin que al cierre de esta edición la cifra fuera confirmada.

Ante esta situación, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, declaró que no se descarta que se anuncie un cese de hostilidades en Alepo. De hecho, a última hora de la noche inició una reunión con el mediador de la ONU en Siria, Staffan de Mistura, con el fin de cerrar una tregua que que pueda ayudar a poner fin a la espiral de violencia que se vive desde hace días en la ciudad. De hecho, desde el pasado 22 de abril, 279 civiles han perdido la vida en ataques en Alepo. 

 

Jaque al Estado Islámico. Entre tanto, al menos 29 personas murieron, la mayoría de ellas civiles, en varios bombardeos contra la localidad de Al Raqqa, feudo principal del autoproclamado Estado Islámico (EI) en Siria.

Los ataques aéreos, cuya autoría se desconoce -no se ha aclarado si fueron lanzados por la coalición internacional liderada por Estados Unidos o por la aviación rusa- mataron a 19 ciudadanos, entre ellos dos menores de edad, y de 10 miembros del grupo terrorista.