Uno de cada 4 atendidos en verano en Urgencias es desplazado

M.M.G.
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Por la unidad pasaron en julio y agosto de este año 8.528 pacientes, de los cuales 1.957 procedían de otra provincia española

Ha sido un verano movido en las Urgencias del Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles. Pero no mucho más que en años anteriores. Los meses de julio y agosto la actividad crece en este servicio hospitalario, por el que este verano han pasado 8.528 pacientes, según los datos facilitados a Diario de Ávila por la Gerencia del Complejo Asistencial a través del responsable de Urgencias, Carlos Navarro.

La cifra, nos dice el doctor, no difiere mucho del mismo periodo del año anterior. Apenas 153 pacientes más fueron los que pasaron por las manos del equipo humano de las Urgencias abulenses, lo que representa un incremento que no llega al 2 por ciento. 

Así pues, el aumento no parece muy elevado. Pero sí es verdad que da una idea de que, lejos de disminuir el trabajo en Urgencias, va creciendo poco a poco. 

La actividad asistencial se incrementa pues respecto al año pasado y se incrementa también respecto al resto del año. Los que allí trabajan lo saben bien. «En los periodos estivales siempre se incrementa mucho la presión asistencial», comienza a explicar a Diario de Ávila el doctor Navarro. 

Las razones son varias, pero la que más pesa pasa por las circunstancias particulares de Ávila y su provincia en época veraniega. «Es una zona de veraneo, y en muchos pueblos de Ávila la población se duplica e, incluso según me han dicho, puede llegar a triplicarse», reflexiona el principal responsable de Urgencias, que sabe que eso termina por notarse en su servicio.

No en vano, cuanta más gente haya cerca del hospital, más probabilidades hay de que, en algún momento, precise sus servicios.

Así, este año prácticamente uno de cada cuatro pacientes tenía la condición de desplazado (es decir, provenía de fuera de la provincia de Ávila). Traducido a cifras, 1.957 pacientes de los 8.528 que fueron atendidos en julio y agosto de este año en Urgencias, venían de fuera, lo que representa un 23 por ciento del total de los casos vistos.

El resto de los pacientes procedían en su mayoría, como parece lógico, de la capital abulense. Mientras que del resto de la provincia los mayores usuarios de las Urgencias del Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles fueron los pacientes procedentes de Arévalo y del Área Rural, con más de 500 pacientes cada una de las zonas. 

dificultades que acarrea. Ni qué decir tiene que todas las personas que acuden al Servicio de Urgencias, procedan de donde procedan, son atendidos por los servicios médicos. Pero lo que también es cierto es que el incremento de pacientes desplazados acarrea una serie de dificultades burocráticas sobre las que pone la mirada el doctor Navarro.

«La mayoría de ellos son de Madrid, que es otra Comunidad Autónoma, y al tener transferidas las competencias, a todos los efectos es como su fuera otro país», apunta el responsable de Urgencias.

La simple elaboración de una receta, el dejar o no ingresado a un paciente, la decisión de operarle o no... son aspectos que complican todo lo que rodea la atención médica en sí. «Son muchos problemas añadidos para el paciente», continúa el doctor Navarro, que comenta que siempre que es posible trasladar al paciente a su hospital de referencia se hace: por su propia comodidad y por el hospital.

A la vista de todo esto, lo que se hace evidente es que un día de verano cualquiera en las Urgencias del Hospital de Nuestra Señora de Sonsoles es muy movido.

Las cifras hablan en este sentido. Si un día normal del año la media de pacientes atendidos es de 130, durante el verano la cifra crece hasta los 150.

Y en momentos puntuales, como ocurrió el pasado 16 de agosto, los pacientes pueden dispararse hasta los 200. «Fue un día horrible», recuerda el doctor Navarro, que estuvo trabajando ese día y que achaca al puente de agosto, cuando se incrementa la población en la provincia abulense, ese incremento.