Próxima parada, París

A.S.G.
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Este martes Paula Arias pone rumbo a Francia para disputar el Roland Garros Júnior . A sus 16 años la abulense afronta la previa como «un premio al trabajo realizado»

Una experiencia única. Pocos pueden decir que a sus 16 años jugaron el Roland Garros. Paula Arias podrá decirlo desde esta misma semana. A partir del jueves comenzará a disputar la fase previa del torneo francés, donde se medirá a las mejores jugadoras sub’18 del panorama internacional. No es ningún regalo, sino la respuesta y el reflejo al trabajo que la tenista abulense viene haciendo más allá de la actual temporada, donde su nombre se ha convertido desde que arrancó el 2016 en uno de los habituales de los distintos ITF. Ver su nombre en los cuadros finales ya empieza a ser algo natural, buscar su apellido entre las inscritas ya es algo casi instintivo. Sin embargo lo que parece algo normal es realmente algo extraordinario. Porque semana tras semana, mes tras mes, año tras año Paula Arias sigue dando pasos hacia adelante. Ni siquiera ocho meses fuera de las pistas por culpa de una lesión han impedido a la abulense seguir construyendo su sueño. Otros hubieran claudicado. No así Paula Arias, que sigue quemando etapas. Y la próxima es para «disfrutar». Porque el triunfo, en muchas ocasiones, llega incluso antes de competir. Y este es uno de esos casos.

Este martes la abulense tomará rumbo a Francia para disputar la fase previa, junto a una amiga y firme promesa del tenis español,  Eva Guerrero, el Roland Garros Júnior. «Es un premio para mí» reconoce la abulense, consciente de que a sus 16 años lo que la toca es afrontarlo «como una oportunidad de aprender, de ganar en experiencia». Han sido muchos meses de trabajo. Y resultados. Entre ellos su primera victoria en un ITF, el CLTK Cup, así como varios subcampeonatos, como en el ITF Tennis Academy Vinaros o el  XV ITF Juan Carlos Ferrero - Campeonato Internacional de la Comunidad Valenciana.

Todo ello le ha permitido subir puestos en el ranking. Desde que empezó el curso la abulense no ha hecho sino sumar puntos. Más de 300 puntos en su casillero, y en aumento. «Cuando estábamos en pretemporada no pensaba en Roland Garros». Sin embargo su paso por distintos ITF, los numerosos partidos que ha disputado y la subida en el ranking le han abierto las puertas de un torneo «al que viajo con la clara idea de disfrutar». Y en Francia la esperan las mejores. «Yo tengo 16 años y enfrente me voy a encontrar con las jugadoras del mejor nivel que se puedan encontrar».

La abulense se ha abierto un hueco entre ellas después de un 2015 que fue duro. Nunca lo ha negado. Su llegada al CAR de Barcelona coincidió con una lesión. «Fue difícil» recuerda. Difícil durante y después. Lejos de las canchas y las pistas todo cuesta más. El regreso tampoco fue fácil. «Después de ocho meses lesionada se nota». Fueron momentos en los que tener paciencia. Era el momento de pensar en que «si trabajas poco a poco todo llega». Y llegó. «Estoy contenta por ello». Han sido meses de mucha paciencia y confianza. Propia y ajena. «El apoyo de todos me permitió volver con más ganas». Y con ganas se presenta Roland Garros. El nombre ya impone. Pero con 16 años lo que toca es vivirlo como un premio. Un paso más en un sueño.

Hasta la fecha dos españolas han inscrito  su nombre entre las vencedoras del Roland Garros para mejores de 18 años. La primera de ellas lo hacía en 1999. Lourdes Domínguez superaba en la final a la francesa Stephanie Foretz. La pasada temporada llegaba precisamente la segunda victoria española en este torneo de manos de la catalana Paula Badosa.