Familia sí, pero con autonomía

E. Rodríguez (Ical)
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Carlos Arroyo y Carlos Rodríguez demuestran cada día que familia, discapacidad y autonomía personal no tienen por qué estar reñidas

LAS vidas de Carlos Arroyo y Carlos Rodríguez coinciden varias veces a lo largo de la semana. Ambos se convierten en monstruos los lunes, en nadadores los martes o en jinetes los miércoles. Por las mañanas, Arroyo se forma como manipulador de alimentos y Rodríguez trabaja en el taller ocupacional de Down Ávila. La ciudad ha sido este año la anfitriona del XIV Encuentro nacional de familias de personas con Síndrome de Down, que se celebró el pasado puente de la Inmaculada con la presencia de 600 participantes. Estos dos Carlos han compartido con la agencia Ical su rutina diaria rompiendo esa idea de familia de persona con discapacidad en el que la autonomía es un concepto desconocido y que quizá perviva en el imaginario colectivo.

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