Los ecos abulenses de la reina Fabiola

diariodeavila.es
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Su amistad con el gobernador civil del Ávila en los años sesenta, José Antonio Vaca de Osma, y su devoción por la Santa y por el arte abulense alentaron un vínculo permanente entre la reina belga y la ciudad de Ávila

La reina Fabiola, con su familia y empleados del Barbacana, en agosto de 2004.

Bélgica dio este viernes su último adiós a la reina Fabiola, fallecida hace justo una semana. La reina española de los belgas, consorte durante tres decenios tras su boda con Balduino I, mantuvo un permanente vínculo con Ávila gracias a la amistad con el gobernador civil Vaca de Osma y a su devoción por Santa Teresa, las iglesias, conventos y monasterios de la ciudad amurallada, y por el arte plasmado en  sus monumentos.

Días después de anunciarse la boda entre el rey Balduino de Bélgica y la aristócrata española Fabiola de Mora y Aragón, el gobernador civil de Ávila, José Antonio Vaca de Osma, manifestó el 19 de septiembre de 1960 a los periodistas que iba a proponer se diera el nombre de «Reina Fabiola de Bélgica» al nuevo grupo escolar que se acababa de construir en la zona norte del Ensanche de Ávila, junto al grupo de viviendas «Francisco Franco» y cuya total terminación coincidiría con el enlace matrimonial de la futura soberana belga, previsto a finales de ese mismo año. La propuesta fue formulada por el máximo jefe político abulense a la Inspección Provincial de Enseñanza Primaria y a la Alcaldía, presidida por Emilio Macho Alonso. Se trataba de un grupo escolar de ocho grados, que contaba con amplio comedor infantil y parque escolar, cuyas instalaciones anunció Vaca de Osma que serían inauguradas con solemnidad.