La brecha entre ricos y pobres marca su mayor nivel de los últimos 30 años

Agencias
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Un informe de la OCDE exige reducir la precariedad laboral y las diferencias salariales sobre la desigualdad de género, invertir en educación y promover la formación de los trabajadores

 
La desigualdad entre ricos y pobres en los países de la OCDE han alcanzado su nivel más alto desde que existen datos hace tres décadas, según un informe publicado ayer por dicha organización, en el que se recomienda reducir la precariedad laboral y las brechas salariales vinculadas a las diferencias de género.
 «La brecha entre ricos y pobres sigue ampliándose», avanza el análisis que, con datos de 2013, señala a Chile, México, Turquía y EEUU como los países con mayor desigualdad, mientras Dinamarca, Eslovenia, República Checa y Noruega mostraban la menor diferencia. 
 Según la organización, el 10% más rico de la población mundial logra en la actualidad ingresos 9,6 veces mayores que el 10% de los más pobres, incrementándose así la brecha observada en la pasada década, cuando la proporción era nueve a uno o de siete a uno en los años 80. 
 «Hemos alcanzado un punto de inflexión», reconoció en París el secretario general de la institución, Ángel Gurría, al subrayar que la desigualdad ha marcado «su nivel más alto desde que comenzaron los registros». 
 Así, el estudio Por qué menos desigualdad beneficia a todos señala que la riqueza cada vez está más concentrada en la parte alta, acentuando la desventaja de los hogares menos favorecidos. 
 De hecho, en 2012, entre los 18 Estados miembros de la OCDE con datos comparables el 40% de los hogares más pobres posee únicamente el 3% de la riqueza, mientras que el 10% más rico controlaba la mitad y el 1% un 18% de la riqueza. 
 A este respecto, Gurría subrayó que la evidencia demuestra que la desigualdad «es mala para el crecimiento», por lo que la razón de tomar medidas es tanto económica como social. 
 «No haciendo frente a la desigualdad, los Gobiernos están recortando el tejido social de sus países y perjudicando a su crecimiento a largo plazo», añadió. 
 Para reducir e impulsar el crecimiento, la OCDE recomienda promover la igualdad de género en el empleo, estimular la inversión en educación, así como la formación a lo largo de la vida laboral.
 
EN TERRITORIO NACIONAL. En el caso de España, la OCDE apunta que la desigualdad de los ingresos en los hogares se ha incrementado de manera importante en el país durante la crisis. 
 No obstante, la OCDE concluye que la desigualdad en España es menor que la media de sus miembros, ya que en el país el 10% más acaudalado acumula el 43% de la riqueza total, mientras que el 60% más pobre posee el 20% de la riqueza de los hogares, frente al 13% en la OCDE. 
 «La desigualdad de ingresos netos disminuyó desde mediados de los años 80, pero aumentó fuertemente entre el 2007 y el 2011, aunque tuvo un retroceso en el 2012», señala la organización. 
 En España, los hogares con menores rentas han sufrido una caída anual de sus ingresos del 13% entre 2007 y 2011, comparado con la bajada del 1,4% entre el 10% más rico. 
 La institución aclara que el aumento de la desigualdad de ingresos del trabajo durante la crisis se debe en España a la importante caída del empleo, que explicaría seis de los ocho puntos del incremento, mientras que la dispersión de los salarios contribuiría en dos puntos.