La reacción deberá esperar, aunque cada vez hay menos tiempo para ello y más sensaciones encontradas sobre el delicado momento en el que se encuentra el Colegios Diocesanos Aqualia, que este sábado claudicaba ante un sólido Getafe con hechuras de equipo llamado a pelear por algo más que una tranquila permanencia. Veinte minutos tardaron los madrileños en desmontar los planes de un Diocesanos que quiso hacerse fuerte desde la defensa -tres centrales- pero que se vio penalizado antes del descanso (0-2) por sus propios errores. El 0-3 llegaría en el 90' con el equipo ya abatido.