Nissan ofrece a la fábrica de Ávila una inversión de 29 millones de euros para alargar la vida del NT-400 más allá de septiembre de 2016, a través de la implantación del motor Euro6, y la opción de optar a un nuevo camión a partir de 2017, todo ello previa aprobación desde Japón. Para que eso se produzca, la multinacional exige conseguir antes de finales de marzo (acaba el año fiscal) los objetivos para incrementar la competitividad de la planta, los cuales pasan por la disminución de costes, el incremento de la flexibilidad, la salida de 50 personas (en principio con medidas no traumáticas) y la «reducción de la masa salarial» de toda la plantilla, en este último caso para compensar «el sobrecoste» que supondría mantener a los 80 empleados ligados a logística y limpieza, en comparación con los precios que ofrecen los proveedores si se externalizaran estos servicios.

Es, a grandes rasgos, las principales conclusiones del nuevo Plan Industrial 2014-2016 para el futuro de la fábrica abulense presentado este jueves en Ávila por el consejero director general y vicepresidente de las Operaciones Industriales de Nissan en España, Frank Torres, quien aseguró que son «las mejores condiciones que podemos presentar» para asegurar el futuro de la planta de Nissan en Ávila.