Un pequeño gran objetivo, ganar en El Montecillo a una Arandina que se juega una de sus últimas oportunidades de meterse en la pelea por los playoffs. Desmoronada la ilusión del ascenso es lo que le queda a un Real Ávila que a partir de ahora debe buscar otras cosas, y la primera de ellas es ganar. Y no es cuestión baladí para un equipo que en las últimas 16 jornadas únicamente ha sido capaz de sumar un triunfo. «Para nosotros es un buen test para ver dónde estamos». Segundo partido de la semana para el equipo encarnado y tras el inicio de los entrenamientos del lunes llegan las buenas noticias para Miñambres con la recuperación de Piscu, al que se añade Jesús Sánchez, que ya regresó a los terrenos de juego la pasada semana ante el Burgos Promesas 2000, y Oli, que vuelve tras su sanción.