Divertidas fichas de parchís, personajes del cuento de Aladdín, coloridos loros, máquinas de coser con una coreografía bien aprendida, tribus indígenas, pequeños pilotos con su aeroplano y hasta coches de Fórmula 1 que defendían a sus chicas desfilaron en El Tiemblo en el ya tradicional Carnaval Interprovincial del Domingo de Piñata. Más de medio millar de personas distribuidas en una veintena de grupos, entre carrozas y comparsas infantiles y de adultos, bailaron al son de la música con sus mejores disfraces, algunos verdaderas obras de arte, y su mejor cara, en una tarde soleada aunque a última hora algo fría. Poco importaba el tiempo. De lo que se trataba era de divertirse, de entretener al personal y de lucir las originales galas, esas en las que han trabajado tanto tiempo. Junto a los grupos tembleños se vieron propuestas de otras localidades, entre ellas de El Barraco. Fue el colorido epílogo al Carnaval en la provincia.