El deporte tiene y debe tener valores

Alberto Sánchez
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La I Jornada Educativa Deporte en Valores, organizada por la Escuela Deportiva Linko, puso de manifiesto la necesidad de recuperar «los principios básicos» del deporte en una sociedad «que exige a los niños competir»

• Albert Celades, Carlos Sastre,PabloPineda y Angélica Campón ofrecieron una serie de ponencias en el Hotel Cuatro Postes recordando el papel de todos en esta labor educativa.

A veces, más de lo que sería deseable, se olvida que el deporte «debe tener unos principios, una ética, unos valores propios». Quizás por ello jornadas como las que se desarrollaron en la mañana del sábado toman un cariz especial. De la mano de la Escuela Deportiva Linko se desarrollaron las IJornadas Educativas Deporte en Valor, una actividad que colgó el cartel de ‘completo’ en los salones del Hotel Cuatro Postes, donde cuatro ponentes de altura –lástima que problemas personales impidieran acudir a PabloMartín, jugador olímpico de baloncesto en silla de ruedas– dieron una visión diferente del deporte, una visión donde  palabras como competición, éxito o victoria pasaron a un segundo plano ante la importancia de otros conceptos como el de superación, familia, formación o valores. Ideas que salieron a la palestra de la mano de PabloPineda, escritor, actor y primera persona con síndrome de Down en conseguir una titulación universitaria, Angélica Campón, profesora del Grado en Fisioterapia en la Universidad Católica de Ávila, Carlos Sastre, ganador del Tour de Francia 2008 o Albert Celades, seleccionar nacional de fútbol sub’21, que fue el encargado de cerrar una actividad que dejó especialmente satisfechos a los organizadores, la Escuela Deportiva Linko, que se había marcado el reto de congregar a la ‘gran familia’ del deporte de Ávila en un proyecto social y educativo que requiere de la colaboración de todos.

Una mañana en la que poder transmitir una idea «tan básica como importante como es la de la familia y su importancia a la hora de educar a una persona, especialmente cuando hablamos del tema del deporte» ponía sobre la mesa como punto de partida Pablo Pineda. «El deporte debe tener unos principios, pero en ocasiones los padres exigen demasiado a los niños, les piden que compitan, y eso no es deporte» quiso lanzar como mensaje Pablo Pineda ante una situación que no es tan ajena a lo que se puede ver cada mañana de sábado o domingo en muchos de los terrenos de juego de Ávila.

Una idea muy al hilo de la ponencia que ofreció Angélica Campón. «No hay que adelantar etapas» recordó la profesora de la Universidad Católica de Ávila. «Vivimos en una sociedad con muchas prisas, donde los padres metemos a los niños a competir sin estar preparados para ello». Y el resultado es claro, «dejan de ser niños», cuando en realidad el deporte debe ser «un beneficio físico y mental».

Al final el deporte «es un reflejo de la sociedad» dejó claro Carlos Sastre, para el que «los que practicamos deporte no dejamos de ser personas, y como en la vida, unos eligen un camino recto mientras que otros deciden tomar atajos para acortar el camino, lo que te puede llevar a cometer serios errores» apuntaba el ganador del Tour de Francia en el 2008, que aprovechó la oportunidad para trasladar «mi experiencia a nivel personal, los que he podido aprender los años en los que he estado al máximo nivel». En su caso dejó claro que «el deporte me lo ha dado todo, y ahora en mi vida profesional aporto esos mismos ingredientes». Porque lo que quedó claro en estas jornadas es que el deporte tiene grandes y muy buenos valores, pero a veces se olvidan con demasiada facilidad. No está mal recordarlos de vez en cuando.

«Estamos en un mundo competitivo en el que hay que tratar que los valores perduren»

A.S.G. / Ávila

La sociedad no lo pone fácil, tampoco el deporte. «Vivimos en un mundo profesional hipercompetitivo» donde en más de las ocasiones la competición se sitúa por delante de los propios valores, «pero todos debemos tratar de fomentar, de trabajar para que esos valores que nos han transmitido de pequeños perduren». Así lo entiende Albert Celades, seleccionador nacional de fútbol sub’21, un cargo en el que convive con esos chicos que llegan «con la ilusión» desde las categorías inferiores de alcanzar algún día la selección absoluta. Un camino lleno de presiones, «en muchos casos de la propia sociedad, de su entorno, de sus familias, de los agentes... Pero a los que habría que tratar con normalidad, alejándoles de esas presiones externas» analizaba un entrenador que quiso trasladar al auditorio la importancia de la formación en el deporte de alto rendimiento, «en especial en esas etapas en las que aún se están formando».

Celades, que en su etapa como jugador profesional militó en equipos como el Barcelona, Celta, Real Madrid, Girondins o Zaragoza quiso poner de relevancia la figura del «entrenador, de los formadores o de la familia, que en estos casos cobran mucha importancia».