Aumentan las esperanzas de supervivencia de la auxiliar de enfermería contagiada por el virus del ébola, Teresa Romero, que continúa estable dentro de la gravedad, si bien es cierto que los facultativos encargados de tratarla apreciaron ayer una «ligera mejoría» en su estado de salud. Así lo anunció el director del Instituto de Salud Carlos III, Antoni Andreu, tras asistir a la reunión del comité especial para la gestión de la enfermedad, en la que además se aprobó un programa de formación para personal sanitario que pueda tener que enfrentarse al cuidado de personas infectadas.
Dentro de la gravedad, Teresa Romero experimentó una leve mejoría del cuadro clínico, lo que aumenta las esperanzas del equipo que la atiende por conseguir que la paciente se recupere. «Día pasado, es día ganado», reiteró en varias ocasiones Antoni Andreu, quien, a pesar de las buenas noticias del parte médico, pidió prudencia y recordó que «la medicina no es una ciencia predictiva».
Además, la auxiliar de enfermería afrontó ayer el día 15 desde que se le presentaron los síntomas, un umbral a partir del cual van aumentando las esperanzas de una recuperación completa, aunque los expertos insisten en ser prudentes porque se trata de una enfermedad muy complicada.
«Pasado ese período las esperanzas de una recuperación completa van aumentando, pero hay que ser prudentes porque pueden darse situaciones después de este momento», explicó el jefe de servicio de Microbiología del Hospital Universitario 12 de Octubre y miembro del comité científico, Rafael Delgado. Por el momento, todo parece indicar que el brote «está controlado» por las autoridades sanitarias. Las 15 personas aisladas en el hospital Carlos III y las más de 60 personas que están bajo vigilancia por haber mantenido contacto con Teresa continúan sin fiebre y asintomáticas. De seguir así, el próximo día 27 de octubre «se dará por finalizada la situación de riesgo de estos ciudadanos». Sin embargo, quedó reflejada la preocupación del comité científicos por preparar al sistema de salud de cara al futuro.
Así, Antoni Andreu anunció que el Gobierno formará a todos los profesionales del sistema nacional de salud en el tratamiento de pacientes con ébola. Para ello, el comité aprobó ayer la puesta en marcha de un sistema de formación con el que adquieran «las máximas capacidades» requeridas para la atención de este tipo de enfermos. Médicos Sin Fronteras será uno de los asesores en el desarrollo del programa que será finalmente impartido en el Instituto Carlos III. Los primeros en formar parte de este cronograma serán los nuevos profesionales que se van a ir incorporando al tratamiento directo de la paciente actualmente afectada.
Sin fallos.
Con esta nueva forma de proceder en los casos de ébola, el Gobierno de España pretende estar listo y evitar errores del pasado en el supuesto de que lleguen a España nuevos afectados. Y es que dado el nivel de gravedad del brote en África no descartan que puedan ser repatriadas más personas que hayan contraído el virus. Por ello, señalan que «nuestro sistema debe estar preparado» y ayudar a otros países con la experiencia adquirida en el caso de Teresa. Y es que a estas alturas califican ya el problema del ébola como un «problema global» en el que «todos tenemos la responsabilidad de contribuir a controlar el brote lo más rápidamente posible».