A ganar y a esperar.Es lo que le queda a la Casa Social Católica en su pelea por mantener la categoría en la Segunda División Femenina. La derrota de la pasada jornada ante el Torrelodones (3-0) dejó a las abulenses en una situación muy delicada. Y es que el equipo verdinegro ya no depende de sí mismo para poder obrar la permanencia.Las abulenses, en puestos de descenso, se quedan en la clasificación a tres puntos de las madrileñas, que a mayores tienen a su favor el average particular, por lo que en caso de empate siempre estarían por delante de las chicas de Miguel Ángel Blázquez ‘Michel’, que se han encontrado en una situación que hace unas semanas –con las victorias ante el Salamanca FF, elRayoVallecano B y el Sur Getafe– parecía descartada. Sin embargo el desplome ha sido evidente.   

Tres partidos quedan en la categoría para que las verdinegras puedan deshacer la desventaja. No tiene margen de maniobra el equipo abulense, que este domingo a las 12,15 horas en el ManuelSánchez Granado recibe al Canillas, tercero pero que ya no puede optar al ascenso, una pelea a dos entre el Atlético de Madrid Féminas B y el Madrid CFF.

Las abulenses están obligadas a ganar y esperar la derrota del Torrelones, que se mide a un Olímpico de Moratalaz que busca por su parte la permanencia de forma matemática. Una derrota de las abulenses y una victoria de las madrileñas supondría, por contra, el peor de los escenarios, dado que supondría el descenso matemático de las abulenses, que ya no tendrían margen de maniobra para superar al Torrelodones, que se vería con seis puntos de ventaja y el average particular a su favor.