La tradición del Black Friday, que en Estados Unidos se celebra el viernes posterior al día de Acción de Gracias y que es todo un evento nacional, también ha llegado a la capital abulense, donde este viernes un buen número de establecimientos comerciales se unían a esta iniciativa que oferta descuentos especiales y con la que los estadounidenses inauguran la temporada de compras navideñas.
Prácticamente todos los establecimientos pertenecientes a cadenas textiles, tanto del centro de la ciudad como de El Bulevar, lucían este viernes, y en muchos casos lo harán también durante la jornada de hoy, carteles anunciando su adhesión a esta iniciativa que conlleva descuentos de entre el 10 y el 50 por ciento.
Pero no sólo las grandes enseñas textiles y las franquicias sucumbían a esta tradición americana que por primera vez también importaban algunos comerciantes abulenses. Jugueterías, perfumerías, zapaterías y, sobre todo, tiendas de ropa se sumaban a esta iniciativa que también secundaban por primera vez en Navas Center. «Es verdad que es una tradición americana, pero dada la situación del mercado y la dichosa crisis los comerciantes estamos en cierta forma obligados a entrar en esta moda», argumentaba Teo Navas, propietario de Navas Center, a la hora de explicar el porqué de ofrecer descuentos especiales durante la jornada de este viernes y, en su caso también durante la de hoy sábado. La «competencia» que suponen los grandes establecimientos comerciales, que han sido los primeros en apuntarse a esta moda americana, es otro de los motivos que esgrime Navas para sumarse al Black Friday que en el caso de este establecimiento conlleva descuentos del 15 por ciento para pequeño electrodoméstico y de cuidado personal y del 25 por ciento que se aplica a electrodomésticos de gama blanca, tales como frigoríficos, lavadoras o microondas.
También María, la responsable de la tienda de moda y complementos Flamingo, se sumó este viernes al Black Friday ofreciendo descuentos de hasta el 50 por ciento «en ropa de temporada», de tal modo que una capa que el jueves costaba 30 euros y que el lunes volverá a ese precio este viernes (y también en este caso este sábado) se podía adquirir por 15. «La campaña de invierno está siendo muy parada, así que hay que apuntarse a todo lo que sea incentivar el comercio», afirmaba esta empresaria que achacaba a la adversa climatología, al igual que lo hacía Teo Navas, una afluencia de clientes «menor a la esperada» y que, esperan, se pueda compensar este sábado si cesan la lluvia y el viento.