La celebración del día Sant Jordi estuvo marcada ayer por el proceso soberanista. Y es que, a pesar de que durante su discurso institucional con motivo de la Diada catalana, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, no hizo ninguna mención al referéndum independentista, ya se había saciado la noche del martes al realizar unas contundentes declaraciones a un nuevo canal de televisión. «No se lo pondré nada fácil a España para que se la cargue. Tanto la ley de consultas como el acto de convocatoria de la consulta del nueve de noviembre verán la luz».

Así, insistió en sus argumentos para defender la validez legal de la cita. «Yo quiero que quede muy claro, tanto en España como en Cataluña, como en Europa, como en el mundo, que si este referéndum no se puede hacer en Cataluña, a diferencia de lo que pasará a Escocia el 18 de septiembre, es porque no hay voluntad política».

Lo que sí que hizo ayer fue lanzar un mensaje a favor de la diversidad y de la unidad cívica de todos los catalanes, recalcando que son dos de sus características fundamentales. «Así es como somos y como nos gusta hacer las cosas. Seguiremos igual», señaló.

A diferencia del pasado año, donde en sus declaraciones por el día de Sant Jodi tuvo una referencia explícita al debate soberanista, este año se observó un carácter más festivo, aunque sí aprovechó la ocasión para rememorar que la celebración es muy antigua, como lo son también las instituciones, y rememoró que las Cortes regionales fueron uno de los primeros parlamentos en la historia de la humanidad.

 Así, defendió la fiesta como «la mayor celebración», y tras destacar que durante este año se conmemora el centenario de la Mancomunidad de Cataluña, recordó que la jornada fue celebrada, por primera vez, en la Barcelona de 1714.

Además, explicó que hay escritos del siglo XV que ponen de manifiesto que la tradición de ofrecer rosas y libros se estableció en los años 20 del siglo pasado.

Defensa de lo autóctono. Por otra parte, instó a los catalanes a no encerrarse en casa, salir a la calle y volcarse en la celebración: «Colgad la senyera en el balcón, comprad la rosa y el libro, romped una lanza por los volúmenes en nuestra lengua y también por nuestras librerías». «Tened un detalle con las entidades que ayudan a quienes no puedan salir adelante y también con los estudiantes», agregó.

Según Mas, este día viene marcado por ser un día de «paz, buena convivencia y espíritu cívico» y precisamente ello contribuye a proyectar al mundo tanto a la sociedad catalana como a la diversidad que la caracteriza. «La mejor manera de vivir la fiesta es compartirla, lo mejor que podemos hacer es un regalo, por sencillo que sea», concluyó.