El nuevo enemigo de la OMS

SPC
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La organización mundial planta cara a las grasas trans, aquellas que están presentes en productos como patatas fritas o hamburguesas, y propone su eliminación en 2023

Después de declarar cancerígena la ingesta excesiva de carnes rojas hace tres años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se prepara ahora para una nueva batalla: la eliminación total de las grasas trans en un horizonte de cinco años, ya que según los responsables del organismo los llamados ácidos grasos trans (AGt) son los causantes de más de medio millón de muertes al año en el mundo. 

Este tipo de componente se genera con el procesamiento de los alimentos, es decir, cuando el aceite líquido se transforma en sólido a través de un proceso artificial de hidrogenación que sirve para incrementar el tiempo de vida útil de los productos. Algunos alimentos, como las carnes de vaca, cerdo y cordero, y los derivados de los lácteos (leche, queso o mantequilla) contienen de manera natural cantidades pequeñas de estos saturados.

Sin embargo, la mayoría proviene de alimentos procesados preparados con aceites vegetales parcialmente hidrogenados como la bollería industrial, patatas fritas, snacks, margarinas, hamburguesas, aperitivos, galletas rellenas de chocolate y sopas deshidratadas. «En la dieta de muchas personas, hay un componente muy dañino: las trans. Estas grasas pueden eliminarse fácilmente y debemos trabajar para ello porque son responsables de miles de muertes, la mayoría en países de ingresos bajos», puntualiza el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.