Una propuesta cultural diferente

D. Casillas
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El proyecto 'La Carbonería' echó a andar consiguiendo un gran éxito entre un público que «espera la próxima edición»

Prometía innovación, calidad y originalidad, todo ello envuelto en misterio y una pizca de riesgo por tratarse de una propuesta nueva, y a fe que el proyecto multicultural ‘La Carbonería’ cumplió con creces con todas esas expectativas, tal y como manifestaron los seleccionados para vivir ese viaje de sensaciones en el que se fusionaron el arte plástico, la cocina, la música... y algo más, todos los cuales quedaron «muy gratamente sorprendidos», según aseguraron los promotores de la idea.

El proyecto, promovido por los restaurantes abulenses Soul Kitchen y Cinco, comenzó su andadura a las nueve de la noche del jueves en el primero de esos establecimientos, donde los cincuenta ‘espectadores’ seleccionados tomaron una copa de cava que sirvió para darles la bienvenida mientras les contaban lo que iban a vivir a continuación que, según explicó Juan Pablo López, uno de los responsables, era en esencia «una difusión del arte desde una nueva perspectiva».

A las nueve y media salieron hacia la calle Vallespín para acceder al callejón que sale junto al número 14 de esa vía, espacio donde unos raperos obsequiaron al público con cervezas artesanas, hamburguesas de salmón y perritos gourmet, pequeñas delicatessen preparadas por el chef Pedro Matos, mientras disfrutaban de música hip-hop y la contemplación del artista Jorge Arancibia rematando unas obras.

Desde allí pasaron a la plaza Horno del Conde, donde accedieron a un garaje que fue la carbonería del señor Ramón, dentro del cual los presentes conocieron la obra de ocho artistas –Álvaro de Matías, Albano Hernández, Leo López y Dani Prusia de Ávila; Blanca Lasheras de San Sebastián; Inés Maestre de Madrid; Danny Saltarén de Bogotá y Jorge Arancibia de Chile–, ofrecida de forma muy original y acompañada esa contemplación de música de jazz en directo, vino de la tierra y una comida especialmente preparada para la ocasión, haciendo realidad esa promesa de fundir todos los sentidos para el disfrute pleno de lo que se estaba ofreciendo.

Juan Pablo López, que recordó que para los 50 ‘espectadores’ trabajó un equipo de 29 personas, aseguró que la impresión de esta experiencia había sido «muy satisfactoria, la de haber vivido algo diferente», éxito que les ha llevado a comenzar a preparar con mucha ilusión la próxima edición de este proyecto.