El pasado año 26 médicos fueron agredidos en el ejercicio de sus funciones en Castilla y León, nueve más que en 2016. A pesar de este incremento, Castilla y León se situó por debajo de la media española en incidencia, al registrar 1,77 conductas violentas por cada 1.000 médicos colegiados, frente a las 2,05 del territorio nacional. Así lo concluye el informe del Observatorio Nacional de Agresiones a Médicos de la Organización Médica Colegial (OMC) de España, presentado hoy en Madrid en la sede de la entidad. Lesiones, amenazas, coacciones, maltrato, injurias y vejaciones centran la mayoría de las agresiones que sufrieron los médicos. De los casos de violencia que se contabilizaron el 12 por ciento acabó en lesión, el 32 por ciento fueron insultos y el 56 por ciento amenazas. Por sexo, las mujeres son las más perjudicadas, ya que mientras la incidencia en hombres es del 1,62, para las mujeres asciende hasta el 1'93.