El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, rechazó las críticas socialistas por la grave situación de despoblación, que ve como una «táctica» de desgaste al adversario, e insistió en que los problemas demográficos son una «cuestión de Estado» que necesita ser afrontada «entre todos».

Luis Tudanca, portavoz socialista, abrió la habitual sesión de control con una pregunta sobre las recientes estadísticas demográficas de la Comunidad y responsabilizó a la Junta de no haber hecho «absolutamente nada» para frenar la despoblación, con un «rotundo fracaso» en la consecución de los objetivos de la denominada Agenda para la Población aprobada hace ocho años.

El dirigente socialista aseguró que el saldo demográfico es el «triste legado» de Herrera, quien le replicó que frente a este problema hay dos tipos de políticos: «los que luchan por aportar soluciones y los que quieren usarlo como arma arrojadiza».

El presidente de la Junta reconoció que los últimos datos del INE sobre la población de Castilla y León «confirman que el problema demográfico es el más grave», aunque matizó que en ellos observa un atisbo de esperanza al constatar que por primera vez desde 2008 el saldo migratorio es positivo en la Comunidad.

Tudanca, en cambio, ve el vaso medio vacío y culpó a la Junta de «negar el problema» incluso por escrito. El portavoz del PSOE recordó que hace ocho años la mitad de los recursos de la Agenda de la Población se destinaban a «desmontar el tópico» y acusó al Gobierno de Herrera de conseguir un «pleno al quince» en el incumplimiento de los objetivos.