Pese a la amenaza constante de lluvia, y a que en algunos momentos ésta hizo acto de presencia, la cuarta edición de la Carrera Familiar Pablo VI volvió a sumar otro éxito con casi 1.300 inscritos. Además de disfrutar de una actividad deportiva en familia, que estuvo abierta a toda la sociedad abulenses, la jornada también pretendía demostrar el compromiso de este centro educativo por la convivencia positiva. El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a la carrera familiar después de dar lectura a un manifiesto en el que animó "a alzar la voz por todos aquellos que están solos" y "por quienes son rechazados y están desprotegidos".La carrera, que se hizo coincidir con la Jornada de Puertas Abiertas del centro, lo que también conllevó la celebración de distintos talleres, incluyó además pruebas en categorías inferiores, incluida una para bebés, que era una de las novedades de este año.